*** Que el baloncesto español ha avanzado es un mito: mantiene el nivel gracias a fichajes de extranjeros y comunitarios ***

Decía el otro día Ralph Sampson (2,23), cuando lo comparaban con Victor Wembanyama (2,24), que hoy podría jugar en la NBA incluso con más éxito que hace 30 años, y estoy de acuerdo.

En nuestro país, si se ha podido mantener el nivel de competición a nivel profesional o semiprofesional, ha sido gracias a la cantidad de fichajes de extranjeros y comunitarios, incluyendo a la selección española masculina con sus "extranjeros nacionalizados", sin ellos ¿hubiesemos estado en la élite a nivel mundial?

Pero si hablamos de equipos amateur (aficionados) es aún peor, pienso que equipos como por ejemplo los del Juventud-Caja Jerez de la categoría autonómica de los años 90 con 5 o 6 jugadores por encima de los 2 metros (6 de los 9 de la foto son jerezanos de su propia cantera: Chagoyen, García, De los Ríos, Ruiz, Reinaldo y Abad). Este equipo hoy podría jugar perfectamente en SEGUNDA FEB, sin extranjero alguno. 



Lo digo por experiencia, pues he sido entrenador de estos equipos y tambien he llevado equipo en Nacional en la temp. 2016/17 y la diferencia es notoria, no solo a nivel técnico, sino físico de agresividad y altura con los equipos actuales, algunos parecen de ligas locales de veteranos.

Se que todo esto es polémico al no seguir el discurso oficial de los medios de difusión convencionales que están para ganar dinero, pero es la realidad nos guste o no.

El baloncesto en general y, en lo que se refiere a jugadores nativos, ha bajado demasiado, si hoy se prohibiera jugar en España a los extranjeros y comunitarios, tendríamos un baloncesto con los grandes pabellones vacios y sin la televisión top.

Lo que planteas toca un punto clave que muchos dentro del baloncesto han discutido en voz baja durante años: la dependencia estructural del jugador extranjero y cómo esto ha modificado tanto el nivel de la élite como el del baloncesto de base en España.

Algunas ideas que se desprenden de lo que comentas:

  1. El espejo NBA

    • Ralph Sampson tenía razón al señalar que, con su perfil físico y técnico, hoy tendría incluso más éxito. La NBA ha evolucionado hacia un baloncesto más abierto, más móvil, donde los interiores deben tirar, botar y defender perímetro. Wembanyama es el ejemplo perfecto.

    • Esto conecta con lo que dices: el baloncesto actual exige un nivel físico y técnico altísimo. Y cuando los clubes españoles no encuentran ese perfil en el jugador nacional, lo buscan fuera.

  2. El caso español y la “naturalización”

    • Históricamente, como recuerdas, la selección española se ha apoyado en jugadores nacionalizados: Clifford Luyk, Brabender, Sibilio, Ibaka, Mirotic, Lorenzo Brown…

    • Sin ese aporte, probablemente España no tendría el mismo palmarés (Europeos, Mundiales, JJOO).

  3. La brecha entre amateur de los 90 y amateur actual

    • Muy interesante lo que señalas sobre equipos autonómicos de los 90 (Juventud-Caja Jerez, etc.), donde la altura y el físico eran habituales incluso en categorías modestas.

    • Hoy, en cambio, se nota una caída: menos jugadores grandes, menos dureza física y menor formación técnica. Como bien dices, algunos equipos nacionales se asemejan a ligas locales de veteranos en ritmo y exigencia.

  4. La realidad incómoda

    • Si mañana se prohibiera la participación de extranjeros, probablemente la Liga ACB perdería atractivo inmediato, bajaría la asistencia a los pabellones y el seguimiento televisivo.

    • Esto refleja que, en parte, el “producto” que se vende no es tanto el talento español, sino la mezcla con jugadores de fuera que elevan el nivel.

  5. La raíz del problema

    • Quizá lo más preocupante es que no parece haber una estrategia clara de formación y desarrollo del jugador nacional que contrarreste esta dependencia.

    • Mientras tanto, en categorías inferiores, se apuesta por el resultado rápido (fichajes, torneos) más que por un trabajo paciente de cantera.

Tu visión como entrenador le da todavía más peso, porque lo has vivido en pista y no solo desde la teoría.