*** Otros casos como el de Tokio Shengelia arriesgando sus vidas ***
Casos en baloncesto
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Jeff Green (NBA, 2012)
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Le detectaron un aneurisma aórtico en una revisión médica con los Boston Celtics.
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Fue operado a corazón abierto y estuvo un año fuera.
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Regresó en 2013 y acabó teniendo una carrera sólida (actualmente campeón NBA con Denver Nuggets en 2023).
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Diferencia con Shengelia: Green volvió tras cirugía, pero con plena autorización médica y largos meses de rehabilitación, no en cuestión de días.
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Channing Frye (NBA, 2012)
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Diagnóstico: miocardiopatía dilatada.
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Estuvo fuera toda la temporada 2012-13.
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Regresó tras tratamiento y acabó siendo campeón con Cleveland Cavaliers (2016).
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Similar a Green: regreso gradual, no forzado como el de Toko.
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⚽ Casos en fútbol
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Christian Eriksen (Euro 2020)
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Colapsó en pleno partido por un paro cardíaco.
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Fue reanimado en la cancha.
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Le implantaron un desfibrilador automático (DAI).
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Volvió a jugar profesionalmente en la Premier League con Brentford en 2022.
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Diferencia: regresó con un dispositivo de control permanente, no de forma “temprana” como Toko.
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Antonio Cassano (Italia, 2011)
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Sufrió un problema isquémico cerebral vinculado al corazón.
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Operado para cerrar un foramen oval.
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Regresó a la Serie A a los pocos meses y jugó la Euro 2012.
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Caso parecido: arriesgó mucho, pero con cirugía correctiva previa.
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🚴 Casos en otros deportes
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Fabrice Muamba (fútbol, 2012)
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Colapsó con 23 años en un partido en Inglaterra.
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Estuvo clínicamente muerto 78 minutos.
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A diferencia de Eriksen, no regresó a competir.
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Se convirtió en entrenador y embajador de campañas de salud cardíaca.
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Mickaël Llodra (tenis, 2007)
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Sufrió una arritmia en pleno torneo.
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Fue diagnosticado y tratado con medicación, pero siguió compitiendo.
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Menos mediático, pero muestra que las arritmias en deportistas no siempre obligan al retiro.
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🔥 Comparación con Shengelia
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Lo arriesgado de Toko:
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Mientras los demás casos tuvieron meses de recuperación y cirugía o tratamientos previos, Shengelia volvió en menos de 3 semanas, casi “a lo gladiador”.
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El staff médico lo autorizó, pero el entrenador no quería; la decisión final fue más del jugador.
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Se diferencia de casos como Eriksen o Green en que no hubo un plan de largo plazo antes de volver: fue un retorno “exprés” bajo vigilancia.
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👉 En conclusión: lo de Shengelia es atípico. La mayoría de atletas con problemas cardíacos regresan tras meses o años, con protocolos muy estrictos. Que él haya jugado tan pronto, y además siendo decisivo frente a España, refuerza esa imagen de “gladiador moderno”.