*** NIÑOS Y ADOLESCENTES JUGANDO EN GRANDES PABELLONES: LOS CENTROS ESCOLARES VACÍOS DE BALONCESTO ***

 
Niños y adolescentes que van a pasarlo bien jugando al baloncesto, sin más aspiraciones: A donde deberían jugar al baloncesto en sus colegios o en los grandes pabellones municipales.

Depende de varios factores, pero en general, los niños y adolescentes que juegan al baloncesto solo por diversión, sin aspiraciones competitivas, deberían hacerlo en colegios, escuelas deportivas o en instalaciones municipales accesibles, en lugar de ocupar grandes pabellones destinados a competiciones más serias.


Opciones más adecuadas para jugar por diversión:

Colegios y escuelas deportivas

Espacios adecuados para la iniciación.
Horarios adaptados a las actividades escolares.
Menos exigencia y más ambiente recreativo.



Polideportivos y pistas municipales al aire libre

Accesibles para cualquiera.
Posibilidad de jugar en cualquier momento, sin necesidad de estar en un club.
Fomentan el baloncesto callejero, que también es parte del desarrollo del juego.
 
¿Cuándo tiene sentido jugar en grandes pabellones municipales?

Para competiciones oficiales o entrenamientos de clubes con estructura.
Para eventos deportivos, campus o actividades puntuales.
Si un club tiene espacio disponible sin afectar a equipos de competición.

  
El problema del uso de grandes pabellones

Muchos clubes pequeños buscan entrenar en estos espacios, pero la realidad es que los pabellones municipales suelen estar muy demandados por clubes con equipos federados. Si se llenan de equipos recreativos, puede haber menos disponibilidad para quienes realmente compiten a nivel alto.

Por eso, lo ideal sería un equilibrio:

Niños y adolescentes que juegan por diversión → colegios, pistas municipales y polideportivos abiertos.
Equipos con objetivos competitivos → pabellones municipales y espacios más estructurados.

Así se optimiza el uso de las instalaciones y se da espacio a todos los niveles del baloncesto.

Si, pero entonces los clubes de aficionados no pueden recaudar fondos con las cuotas de tantos chavales y los políticos no utilizarían las instalaciones municipales para captar posibles votos de padres de familia.

Exacto, ahí es donde entra el interés económico y político detrás de muchas de estas canteras de clubes aficionados. No siempre se trata solo de fomentar el deporte, sino también de aprovechar el sistema para obtener financiación y apoyo electoral.
 
El negocio de las canteras en clubes de aficionados

Muchos clubes de barrio o aficionados no tienen como objetivo formar jugadores de élite, sino llenar equipos para recaudar fondos con las cuotas. 

Esto les permite:

Pagar sueldos a entrenadores (algunos sin formación específica).
Mantener la estructura del club (las instalaciones son gratis).
Justificar subvenciones municipales.

Al final, cuantos más niños matriculados, más dinero ingresa el club, aunque la calidad formativa no sea una prioridad.
 
Los políticos y el uso de instalaciones municipales

Aquí entran en juego los ayuntamientos, que suelen:

Ceder instalaciones municipales a estos clubes, aunque no formen jugadores competitivos.
Usar el deporte base como una herramienta electoral: “Miren cómo fomentamos el deporte para los niños”.
Justificar inversiones en infraestructuras deportivas que muchas veces no son aprovechadas por los equipos que realmente compiten a nivel alto.

En resumen, hay un círculo de intereses:

1️⃣ Los clubes llenan equipos para recaudar cuotas.
2️⃣ Los ayuntamientos les ceden espacios para ganar votos de los padres.
3️⃣ El deporte base crece en cantidad, pero no necesariamente en calidad.

Esto genera una paradoja: las instalaciones municipales están llenas, pero no necesariamente con el baloncesto más competitivo o formativo.