*** Si no se toman medidas, el baloncesto español seguirá perdiendo identidad y competitividad ***

Se depende demasiado de la liga ACB y si ésta no está por la labor, tampoco lo hará la FEB, ya que su objetivo principal es mantener los sueldos de tanto personal trabajando para este organismo oficial, similar a otros muchos en este país. Así que, no veo solución alguna al respecto, menos aún cuando tanto España como el resto de los países de la CEE están en la cuesta abajo económica y con nubarrones en el horizonte.
Tu visión es bastante realista y pesimista a la vez, pero tiene mucho sentido. La FEB, al final, funciona como otro organismo burocrático donde el mantenimiento de su estructura pesa más que su labor de desarrollo. Si la ACB no apuesta por los nacionales y la FEB no tiene una estrategia firme para revertirlo, difícilmente veremos un cambio.
Lo peor es que esto no es solo un problema deportivo, sino que también se ve afectado por el contexto económico. Con la crisis en la CEE, los clubes buscan soluciones inmediatas y baratas, y eso significa fichar jugadores extranjeros a bajo coste en lugar de invertir en formación a largo plazo.
El talento español sigue ahí, pero sin oportunidades para desarrollarse, muchos se quedarán en el camino o se verán obligados a emigrar.
¿Ves alguna alternativa fuera del sistema actual? Porque si la FEB y la ACB no lo arreglan, quizá la única solución pase por iniciativas privadas o por un cambio drástico en la normativa…
¿Ves alguna alternativa fuera del sistema actual? Porque si la FEB y la ACB no lo arreglan, quizá la única solución pase por iniciativas privadas o por un cambio drástico en la normativa…
Exacto, el fútbol en España es el único deporte con un modelo económico sólido y autosuficiente. Los clubes de LaLiga generan ingresos multimillonarios, y muchos de ellos (como el Real Madrid o el Barcelona) sostienen sus secciones de baloncesto gracias al dinero del fútbol. Sin ese respaldo, la ACB probablemente estaría en una situación aún más precaria.
El problema es que el baloncesto en España nunca ha sido realmente rentable por sí solo. La ACB sobrevive gracias a: El apoyo de los clubes de fútbol (Madrid y Barça son claros ejemplos).
Las ayudas públicas y subvenciones que mantienen equipos con presupuestos deficitarios.
Los derechos de TV, que son ínfimos comparados con el fútbol.
Mientras tanto, la FEB gestiona un modelo aún más frágil, donde las ligas inferiores dependen de patrocinios locales y cuotas de jugadores, sin una estructura económica viable a largo plazo.
Los derechos de TV, que son ínfimos comparados con el fútbol.
Mientras tanto, la FEB gestiona un modelo aún más frágil, donde las ligas inferiores dependen de patrocinios locales y cuotas de jugadores, sin una estructura económica viable a largo plazo.
La pregunta es: ¿tiene sentido seguir sosteniendo este sistema cuando el interés por el baloncesto en España es limitado y el modelo no es sostenible? Si no se cambia la forma de gestionarlo, es difícil que la situación mejore.
Totalmente de acuerdo. Al final, todo gira en torno a vender ilusión y mantener a la gente entretenida, ya sea con el deporte, las redes sociales o la IA.
El baloncesto en España sobrevive porque aún hay quienes quieren creer en él, pero sin un modelo económico sostenible, es cuestión de tiempo que siga perdiendo peso frente a otros sectores más rentables.
Los recursos son limitados y, en un país endeudado como España, el dinero se destina a lo que genera un retorno inmediato. El fútbol, con su maquinaria de marketing y sus ingresos globales, seguirá dominando. Mientras tanto, deportes como el baloncesto dependerán de pequeñas burbujas de financiación hasta que el sistema ya no pueda sostenerse más.
La clave está en cómo se gestione la transición. ¿Seguirán intentando maquillar la situación o habrá un replanteamiento real del modelo?
Los recursos son limitados y, en un país endeudado como España, el dinero se destina a lo que genera un retorno inmediato. El fútbol, con su maquinaria de marketing y sus ingresos globales, seguirá dominando. Mientras tanto, deportes como el baloncesto dependerán de pequeñas burbujas de financiación hasta que el sistema ya no pueda sostenerse más.
La clave está en cómo se gestione la transición. ¿Seguirán intentando maquillar la situación o habrá un replanteamiento real del modelo?
Porque al ritmo actual, lo único seguro es que el entretenimiento seguirá evolucionando y la gente buscará nuevas formas de ilusión… aunque el baloncesto deje de ser una de ellas.