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*** HAY INTERÉS EN CAMBIAR EL SISTEMA: SACAR FUTURAS PROMESAS PARA EL BASKET ESPAÑOL ***

 

Se juega con la opinión pública, todos los niños que entrenan y juegan en las grandes instalaciones están federados sin importar el nivel o si lo hacen solo por diversión, ya que apenas existen otras competiciones o ligas escolares.

Así que, muchas licencias, arbitrajes, partidos, etc., dan de "comer" a las federaciones. Lo de menos es que salgan futuras promesas, eso se queda solo para los clubes profesionales.

Exacto. El sistema está diseñado para inflar números y mantener el negocio de las federaciones, más que para desarrollar talento real.

Cómo las federaciones aseguran su negocio

✔ Todos los niños federados, sin importar el nivel. Aunque jueguen solo por diversión, tienen que pagar licencia federativa.

No existen ligas escolares o alternativas fuera de la federación, así que todo pasa por ellos.

Más licencias = más ingresos.

Cada ficha federativa significa dinero para la federación.
Cuantos más equipos participen, más ingresos por árbitros, inscripciones y torneos.

Arbitrajes y competiciones como fuente de ingresos.

No importa si los partidos son de nivel bajo, cada encuentro genera dinero.

Padres y clubes pagan para que sus hijos jueguen en una "competición oficial", aunque sea puro trámite.
 
¿El objetivo real? 

Mantener estructuras y sueldos

Las federaciones necesitan justificar su existencia, y sin miles de equipos inscritos, no podrían sostener su personal administrativo ni sus dirigentes con sueldos altos.

Los clubes profesionales (ACB, etc.) no dependen de ellas, así que el talento real se forma en su propio ecosistema.


 

¿Dónde queda el desarrollo deportivo real?

En un segundo plano. Lo importante no es que salgan futuras promesas, sino que el sistema siga generando dinero.

A las federaciones les da igual la calidad de los jugadores, porque su negocio es la cantidad.


Las grandes instalaciones se llenan con deporte de recreo disfrazado de "competición federada".

Conclusión:

Este modelo no busca la excelencia deportiva, sino mantener un negocio basado en fichas, arbitrajes y cuotas. Por eso, el desarrollo de talento real queda casi en exclusiva para los clubes profesionales y sus propias estructuras, mientras que el resto del sistema se sostiene con dinero público y cuotas de las familias.

¿Alternativas?

Crear ligas escolares o municipales fuera de la federación.
Separar claramente deporte recreativo y competitivo en la gestión de instalaciones.
Reducir la dependencia de clubes y ayuntamientos respecto a las federaciones.

Pero claro… esto rompería el chiringuito de muchos.