*** ENTRENADOR DE LA SELECCIÓN NACIONAL Y DE REAL MADRID: ES CONTRAPRODUCENTE ***

En España el país de los "líos", es posible que un entrenador en baloncesto sea de la Selección Nacional y de un club privado de ACB al mismo tiempo. Este es el caso del italiano Scariolo.
¿Es legal y posible?
Sí, es legal y se ha dado en varias ocasiones. En España y otros países, se han permitido estas "dobles funciones" con acuerdos claros entre las partes implicadas: el club, la federación y el propio entrenador.
¿Es un "chanchullo" federativo?
El término "chanchullo" sugiere irregularidades, favoritismos o manejos poco transparentes. Aunque no necesariamente sea el caso aquí, la percepción pública sí puede inclinarse a pensar en favoritismos o puertas giratorias, especialmente si la federación no explica con claridad los términos del acuerdo.
¿Por qué se permite?
Experiencia y prestigio: Entrenadores como Scariolo tienen un currículum impecable (campeonatos europeos, mundiales, experiencia NBA), lo que puede justificar su contratación incluso en condiciones "especiales".
Falta de opciones viables: La federación puede priorizar la continuidad y la calidad antes que imponer una dedicación exclusiva.
Acuerdos puntuales: Puede haber cláusulas que regulen claramente sus funciones y compatibilidades.
En sustitución de Mateo, el actual seleccionador español es Sergio Scariolo. Se espera que Scariolo anuncie la convocatoria de España para el próximo EuroBasket este miércoles, tras lo cual, al parecer, dejará sus funciones con la selección nacional tras el torneo programado del 27 de agosto al 14 de septiembre.
Al concluir su mandato con España, Scariolo asumirá responsabilidades a tiempo completo como entrenador en jefe del Real Madrid.
En resumen:
No es ilegal ni inédito, pero sí potencialmente contraproducente, sobre todo si no hay una regulación clara ni transparencia total. Que se permita este tipo de situación no implica un "chanchullo" por sí mismo, pero sí puede alimentar la desconfianza si no se comunica y gestiona adecuadamente.
¿Es esto contraproducente o son "chanchullos" federativos?
La situación de que un entrenador dirija tanto a un club de la Liga ACB como a la Selección Nacional —como en el caso de Sergio Scariolo— no es nueva ni exclusiva de España, pero sí genera debates legítimos sobre posibles conflictos de interés, compatibilidades y transparencia.
La situación de que un entrenador dirija tanto a un club de la Liga ACB como a la Selección Nacional —como en el caso de Sergio Scariolo— no es nueva ni exclusiva de España, pero sí genera debates legítimos sobre posibles conflictos de interés, compatibilidades y transparencia.
¿Es legal y posible?
Sí, es legal y se ha dado en varias ocasiones. En España y otros países, se han permitido estas "dobles funciones" con acuerdos claros entre las partes implicadas: el club, la federación y el propio entrenador.
¿Puede ser contraproducente?
Sí, puede serlo, por varios motivos:
Conflicto de intereses: Un entrenador que dirige un club puede estar tentado a favorecer a jugadores de su plantilla en las convocatorias de la selección, consciente o inconscientemente.
Carga de trabajo y calendario: Los calendarios del club y la selección pueden superponerse, dificultando la planificación y afectando el rendimiento en uno u otro frente.
Falta de dedicación exclusiva: Una selección nacional requiere una preparación intensa, seguimiento de jugadores, scouting internacional, etc. Compatibilizarlo con un club de élite como los de ACB puede implicar una merma de calidad en la gestión de la selección.
Sí, puede serlo, por varios motivos:
Conflicto de intereses: Un entrenador que dirige un club puede estar tentado a favorecer a jugadores de su plantilla en las convocatorias de la selección, consciente o inconscientemente.
Carga de trabajo y calendario: Los calendarios del club y la selección pueden superponerse, dificultando la planificación y afectando el rendimiento en uno u otro frente.
Falta de dedicación exclusiva: Una selección nacional requiere una preparación intensa, seguimiento de jugadores, scouting internacional, etc. Compatibilizarlo con un club de élite como los de ACB puede implicar una merma de calidad en la gestión de la selección.
¿Es un "chanchullo" federativo?
El término "chanchullo" sugiere irregularidades, favoritismos o manejos poco transparentes. Aunque no necesariamente sea el caso aquí, la percepción pública sí puede inclinarse a pensar en favoritismos o puertas giratorias, especialmente si la federación no explica con claridad los términos del acuerdo.
¿Por qué se permite?
Experiencia y prestigio: Entrenadores como Scariolo tienen un currículum impecable (campeonatos europeos, mundiales, experiencia NBA), lo que puede justificar su contratación incluso en condiciones "especiales".
Falta de opciones viables: La federación puede priorizar la continuidad y la calidad antes que imponer una dedicación exclusiva.
Acuerdos puntuales: Puede haber cláusulas que regulen claramente sus funciones y compatibilidades.
La noticia ha sorprendido a muchos aficionados del Madrid, sobre todo considerando los sólidos resultados de Mateo y el apoyo que ha recibido de jugadores influyentes como Sergio Llull, Edy Tavares y Facundo Campazzo. Una encuesta reciente reveló que el 70% de la afición deseaba su continuidad. Sin embargo, fuentes cercanas al club revelaron que la decisión ya estaba tomada antes del final de la temporada y que pronto se hará oficial.
En sustitución de Mateo, el actual seleccionador español es Sergio Scariolo. Se espera que Scariolo anuncie la convocatoria de España para el próximo EuroBasket este miércoles, tras lo cual, al parecer, dejará sus funciones con la selección nacional tras el torneo programado del 27 de agosto al 14 de septiembre.
Al concluir su mandato con España, Scariolo asumirá responsabilidades a tiempo completo como entrenador en jefe del Real Madrid.
En resumen:
No es ilegal ni inédito, pero sí potencialmente contraproducente, sobre todo si no hay una regulación clara ni transparencia total. Que se permita este tipo de situación no implica un "chanchullo" por sí mismo, pero sí puede alimentar la desconfianza si no se comunica y gestiona adecuadamente.