GIF LOCALES

El síndrome del Pavo Real.

Recuerdo de una anécdota elegante.


Cuando los "Madrugadores" equipo de veteranos,  jugábamos nuestro partidito en el Polideportivo Kiko Narváez a las 8:30 de las mañanas, coincidíamos con el alcalde Pedro Pacheco y su corte de corredores callejeros que, igualmente hacían deporte muy temprano los Sábados a los 7:30 de las mañanas.

Pues bien, resultó que un Sábado llegamos al polideportivo y nos lo encontramos cerrado a las 8:15 am. cuando solían abrirlos a las 8:00 am., así que nos quedamos todos los de nuestro equipo esperando en la puerta a que llegase el portero.

A reglón seguido llegaba D. Pedro con su pelotón y se quedaron sorprendidos de que las puertas estuvieran aún cerradas. 

A esto que llega el portero (personal del ayuntamiento) corriendo y se va directo al Jefe del mismo dándole explicaciones de que se había quedado dormido.

Este no le hizo caso, pero cuando fue corriendo a darle en la calle las llaves de su vestuario, el Sr. Pacheco elegantemente y de forma enérgica le dijo "atienda Vd. primero a estos señores que han llegado antes que nosotros", el portero se volvió entonces a nosotros (10 personas), pidió perdón y nos trajo de inmediato las llaves de nuestro vestuario.

Hay cosas que muchas veces hay que reconocer a los "Pavo Reales", hoy cualquier mamarracho se disfraza de Pavo Real, se hace sus fotitos, sale en cualquier medio de "propaganda" y no se dan cuenta que se desprecian a si mismo, con la única idea de contentar a los demás, a esto se le denomina el síndrome del Pavo Real.




Hay muchos que en el deporte venden la burra antes de comprarla, haciendo su propaganda con fotitos bonitas, ilustraciones irrisorias o ilusiones imposibles. 

Hoy los Medios de difusión se han convertidos en Medios de propaganda, ya no se investiga o analizan las actuaciones de los demás de forma lógica y neutral, todo se construye a través de las mentiras, las medias verdades y el miedo, un claro declive de la sociedad que nos ha tocado vivir, donde el que tiene dinero y poder, manda en el gran rebaño de los que formamos la especie animal humana.

“Vigila la máscara que te pones, porque con el tiempo puedes terminar por olvidarte de quién eres realmente”, Alan Moore