Los equipos se construyen alrededor de un jugador importante, si no tienes uno en tu plantilla hay que buscarlo, pues de lo contrario es difícil hacer un buen equipo ganador, precisa de al menos un jugador franquicia, si puedes conseguir alguno más mejor, así podrán decir eso de "tiene banquillo".
En la NBA hay actualmente un jugador como el novato Wembanyama, el cual ha superado todas las expectativas. Pronto callaba a los que se preguntaban sobre qué tan pronto su juego se trasladaría a la NBA, cuando más tarde se llevó el premio al Novato del Año, se hizo con el título de jugador Defensivo del Año y confirmó su lugar entre los mejores novatos en la historia de la NBA.
A lo largo de 70 partidos, Wemby ha pasado de ser una curiosidad a una auténtica fuerza, el decimosexto mejor jugador de la NBA según las clasificaciones más recientes de The Ringer. Ha mejorado su eficiencia, aceptando su papel como la cara de los Spurs (y, quizás, eventualmente, de la NBA) con aplomo y madurez.
Wembanyama ha superado lo de ser novato desde el Partido de las Estrellas, con promedios de 23 puntos, 12 rebotes, cinco asistencias y cinco tapones en los últimos 7 encuentros.
El pobre récord de San Antonio (sólo 20-60, último en la Conferencia Oeste) no es una crítica a Wemby y ciertamente no es una gran sorpresa para un equipo que fue lo suficientemente malo el año pasado como para quedarse con el No. 1 del Draft., pero la insuficiencia general de los Spurs en su juego, ha dado lugar a una incongruencia desconcertante, un buen jugador franquicia y unos resultados mediocres o más bien malos.
Si dudas, Spurs tendrá que reconstruir su equipo alrededor de Wemby, si la próxima temporada quiere tener opciones al anillo de la NBA.
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