El culto al ego.
No todo el mundo puede ser el número 1, tenemos que ser capaces de apreciar el mérito de los demás, su valía o el hacer bien las cosas, no todos valemos tanto como quisiéramos, hay que ser humildes, estar seguro de uno mismo, sin tener que demostrar a nadie lo inteligente o listo que se pueda ser.
Un equipo de baloncesto lo componen las "figuras" y los soldados, tenemos que saber cuál es nuestro papel en un equipo, y ponerse el mono de trabajo para ello, pues cuando se juega en grupo cada uno tiene su misión, y todos son importantes.
Cuando triunfas o pierde el mérito o la culpa es de todos, incluyendo al entrenador o cuerpo técnico, responsables del equipo, tienen el 50% de culpa si el equipo pierde, o el 50% del éxito si se gana un partido, esto en el mundo real.
Las nuevas tecnologías nos lleva a un mundo irreal, el que no sale en las redes no existe, por lo que el culto al ego se ha convertido en el mal oculto del siglo XXI, puede ser un problema que va más allá de la ansiedad y la depresión.
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