Cuando no se es profesional.

Hay muchos jugadores jóvenes que, debido a sus estudios o trabajo, cuando llegan a los 20 o pocos, se retiran del baloncesto o al menos de la competición oficial, pues son conscientes de que una profesión es lo mejor para ello, por lo tanto, toda su energía y atención la ponen al servicio de su empleo o estudios universitarios.

He conocido y entrenado a muchos que lo han dejado a esas edades, algunos válidos para el baloncesto, pero no tanto como para vivir de ello en el futuro.

Recuerdo a jugadores que destacaron en la cantera como: Víctor Ruiz, Fernando Pino, Antonio Jiménez, Juan Carlos López, etc., etc., prefirieron dejarlo y volcarse con sus estudios o nuevos trabajos, ya que el baloncesto no les van a dar de comer.

Esto es una de las cosas que más duele a los entrenadores, pues su trabajo de algunos años, se ve de pronto frenado con la ida de sus buenos jugadores, bien por lo que estoy comentando, o porque te lo quitan otros clubes. 

No es fácil lidiar con todo esto, ni para el entrenador y tampoco para el club, pero así es la vida "una constante despedida".