Algunos extranjeros, también nos dan lecciones.

Hace unos días, decía nuestro querido jugador Argentino, Pablo Prigioni (hoy seleccionador de Argentina), que España tendría que trabajar duro en la base, en lugar de nacionalizar extranjeros como Lorenzo Brown, uno de los principales artífices en la conquista del Europeo 2022.

No tiene en cuenta que en nuestro país, el baloncesto de base lo tenemos un poco abandonado, principalmente, debido a la poca inversión que se hace en el baloncesto de aficionados, por lo que el trabajo en la base deja mucho que desear, no obstante a la publicidad engañosa que, tanto los clubes como la misma Federación hacen en favor de la misma en las redes sociales.

Unicaja junior, con sus extranjeros en la Temp. 2021/22

Mientras tanto, los clubes de élite, bien apoyados económicamente por las instituciones y casas comerciales, aprovechan para traerse a extranjeros altos y bien formados a sus canteras, para tratar de sacarles su inversión en el futuro y poder competir a nivel internacional, cosa bien difícil con el jugador nacional.

Los extranjeros de Ciudad de Huelva (EBA), hicieron al equipo campeón.

Así pues, nos queda en los clubes de aficionados, el baloncesto "pachanga", donde si queremos ser los mejores en nuestras ligas, precisamos de jugadores extranjeros o comunitarios mediocres, ya que los chavales locales, tienen demasiadas distracciones, son poco propensos a los sacrificios, llevan una vida fácil y confortable, e incluso están más atentos al fútbol que al baloncesto.

Gracias Pablo, pero esto de las canteras, ya lo sabemos.