UN NEGOCIO RENTABLE.

"Dejad que los niños se acerquen a mí", se ha convertido en el baloncesto en un negocio rentable para muchos clubes de aficionados.

La falta del deporte en los Centros escolares, donde los profesores huyen, tan pronto terminan sus clases, permite, con la colaboración de los partidos políticos, convertir las instalaciones deportivas municipales en grandes guarderías, donde clubes (sin ánimo de lucro) cobran cuotas a los chavales y adolescentes, con el beneplácito de sus padres, deseosos que sus niños hagan deporte, como sus grandes ídolos.

Así pues, si un club consigue contar con una "cantera" de unos 500 niños, puede obtener ingresos mensuales de entre 10.000 a 12.000 Euros, sin tener que pagar nada al fisco, tan solo una pequeña cantidad a los monitores/animadores, dentro de lo que llamamos "economía sumergida", no hay que declararlo tampoco al fisco.

Este es un buen negocio para todos, hay más equipos, más licencias de jugadores, más venta de camisetas para las empresas, más pólizas médicas, menos trabajo y menos costos para los Centros escolares (se olvidan del deporte), menos gastos en subvenciones a los clubes y menos competiciones escolares a organizar por los Ayuntamientos, en resumen, un "caramelo" para algunos, y menos gastos para otros en el deporte de barrios o aficionados.

Esto no es nuevo, ni mucho menos, mucho antes ya lo tenían bien explotado los clubes de Fútbol, donde sus dirigentes ganaban más que trabajando en cualquier empresa, ya que para sus campeonatos de liga, recibían igualmente subvenciones de las instituciones públicas, pues el deporte rey es lo primero en este país.

En fin, al menos estos niños hacen deporte, los demás se quedan "gordos y llenos de azúcar", y luego al no trabajarse bien (técnica/tácticamente) las canteras en los clubes, fichamos a extranjeros/comunitarios en nuestro baloncesto.