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JUGADORES JÓVENES CON TALENTO QUE SE PIERDEN.



En el tiempo que he estado como entrenador en diferentes equipos, he podido comprobar como jugadores jóvenes con talento para este deporte se pierden, unos por los estudios, trabajo, etc., e incluso por la poca vista de su entrenador o monitor, incapaz de ver a un jugador con talento y animarlo a su continuidad en el baloncesto.

A veces, un jugador con talento no es aquél que llega a la ACB por su altura, agresividad o enchufe, sino aquel que jugar a este deporte le resulta fácil, capaz de ver las jugadas antes de producirse, con algún don especial para el bote, pase o lanzar a canasta con mayor calidad y precisión del resto de sus compañeros, se le puede ver desde infantiles si somos capaces de observarlos cuando juegan, tienen algo especial diferente a los demás compañeros de sus equipos.


Juan Carlos López (No. 5) de Infantil  - Temp. 1984/85

Me recuerdan de infantiles al base, Juan Carlos López (1,74) dejó de jugar con solo 17 años, tenía un bote extraordinario y una vista en el juego fuera de lo normal, se fijó en él nada menos que el seleccionador nacional junior y probó con el Joventut de Badalona, otro de gran talento era el base del conjunto juvenil del EMIS de Jerez de los años 1974/75, Dols (1,68), lo dejó muy pronto por el trabajo, venía los fines de semana desde Madrid solo para jugar con su equipo en Jerez, ambos jugadores daban gusto verlos entrenar y jugar.

Otros bases que se formaron en la cantera de Caja Jerez y que destacaron igualmente fueron, Victor Ruiz (1,78) llegó a destacar en EBA con el Flor Cortada de Chipiona, se retiró a los 19 años por el trabajo, Fernando Pino (1,90), escolta, se retiró a los 18 años por los estudios, o Ricky Pérez (1,84), llegó hasta jugar un ascenso a LEB Oro con su equipo de LEB Plata donde era titular.

Ninguno era alto, más bien de los bajitos de sus equipos, pero todos con corazón y amor propio, aparte de otras cualidades técnicas que los demás no tenían, sobre todo la "cabeza" para organizar el juego, hacer de segundo entrenador en pista o garantizar puntos y asistencias en sus equipos.

Hoy también existen, pero a veces no hay quienes se fijen en ellos, pasan desapercibidos en los clubes amateur, más aún cuando el baloncesto actual es más bien físico, fuerza y velocidad, por lo que cada día se ven menos jugadores con clase y talento en los equipos españoles de aficionados.  

Un jugador con talento debería contemplar:

1.- Disposición para el rendimiento.
2.- Aceptación del riesgo y los retos en condiciones adversas.
3.- Perseverancia y continuidad en las acciones.
4.- Reacciones adecuadas a las situaciones cambiantes.
5.- Facilidad y fluidez de movimientos.
6.- Capacidad de anticipación a las situaciones complejas que se ponen de manifiesto del juego.
7.- Auto conocimiento profundo de sus puntos fuertes y débiles.