TODO ES MARKETING EN EL BALONCESTO.

  

Decir en la actualidad que, el baloncesto es un juego de equipo o que una asistencia hace felices a dos en vez de a uno, son "cantos de sirenas" , ya que, en verdad lo que existe es mucho egoísmo en un juego cada vez más individualista, donde todos quieren destacar, al convertirse el baloncesto en un negocio más de la sociedad de consumo, los intereses económicos mueven todas las esferas de la sociedad.

Así vemos, cómo las grandes figuras y sus imitadores se la juegan cada vez que pueden, pues los medios de difusión destacan en sus titulares a los máximos anotadores (MVP), sin tener en cuenta las veces que han lanzado a canasta, el tiempo que han estado en pista e incluso, los porcentajes en los aciertos, pues a más tiempo en pista más posibilidades de lanzar a canasta, y por lo tanto de anotar (mejorar las estadísticas) aunque sean en los tiempos de la basura.

Indudablemente, los medios buscan titulares (la mayoría no leen) y crean "figuras" para el circo, todos es marketing y todo se puede convertir en dinero como vemos en la NBA (American Dream), la pasta manda y, además, ajustamos las reglas del juego para crear un espectáculo "circense" profesional, donde muchas de sus "figuras", empresas de muchos ambitos y todos los demás participantes viven muy bien del baloncesto, incluyendo a los imitadores de estas grandes competiciones de masas en todo el mundo.

El problema está en los llamados equipos de aficionados, faltos de recursos económicos, pero con la ilusión de llegar a ser como los grandes (la NBA es el sueño del 99 % de jugadores que empiezan a jugar al baloncesto), queriendo imitarlos igualmente en todo, sin darse cuenta muchas veces de sus limitaciones en todos los aspectos, convirtiendo este bonito deporte en un esperpento del mismo, donde se antepone las miserias económicas al juego de los equipos, deseosos de destacar al igual que los grandes clubes profesionales.