EBA GRUPO D: JUGADORES U22 PROMESAS.

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*** Anthony Edwards y la búsqueda sin sentido por encontrar el “próximo Jordan” ***


Hay algo que sucede cuando Anthony Edwards (No. 1 del Draft de 2020) un joven jugador de baloncesto muy talentoso de los Minnesota Timberwolves, se lanza hacia el aro. Nosotros, el público que mira baloncesto, perdemos la cabeza colectivamente.

Jadeamos. Nos quedamos boquiabiertos. Nos desmayamos. Gritamos. Saltamos del sofá. Enviamos mensajes de texto frenéticamente a nuestros amigos. Y luego invocamos El Nombre, aunque sabemos que en realidad probablemente no deberíamos hacerlo.

"Hombre, eso fue como..." (No, no lo digas).

“Sabes, me recuerda un poco a…” (Detente, por favor).

“Incluso se parece un poco a…” (Oh, por el amor de Naismith, aquí viene).

¡MICHAEL JORDAN! (Suspiro.)




El entusiasmo está ciertamente justificado y la comparación es comprensible. Edwards, como el tipo cuyo nombre no podemos evitar invocar, es absolutamente eléctrico. No salta; él explota. Él no eleva; él se eleva. No sólo hace mates; lanza con tanta velocidad, tanta fuerza, tanta violencia que uno se pregunta qué hizo la canasta para ofenderlo.




¿Viste lo que hizo Ant-Man la semana pasada en Utah? Se sumergió con tanta fuerza que se dislocó un dedo y envió al defensor más cercano, John Collins, al vestuario para someterse a pruebas de conmoción cerebral (Collins escapó con una “contusión en la cabeza”).

Y no es sólo el atletismo y los mates lo que tiene a la gente entusiasmada. Es la sonrisa y la arrogancia. Son las llamativas estadísticas (26,4 puntos, 5,5 rebotes, 5,2 asistencias por partido) y la gracia con la que las produce. Es el juego de pies y el control del cuerpo, la aceleración y la desaceleración, los elegantes saltos en los giros, los suaves acabados en el aro: el arte de todo. Algo así como el tipo que dominó los años 90 y se hizo universalmente conocido como el más grande de todos los tiempos.



Su juego y físico (1,93 metros) han provocado numerosas comparaciones con algunos de los mejores de la historia. Pero de todos los parecidos, existe uno en el que expertos y jugadores de la NBA han coincidido. Y es que para muchos el '5' de los 'Wolves' sucederá a Michael Jordan, casi nada.