*** UN SOLO JUGADOR ESPAÑOL JUGANDO EN LA NBA Y UNO SOLO EN EL DRAFT: ¿DECLIVE ESTRUCTURAL? ***
Un solo jugador español en el Draft último de la NBA y un solo jugador jugando en la NBA la pasada temporada. ¿Pueden ser signos de que el baloncesto español está en declive? ¿Tiene algo que ver la FEB/ACB o corresponde al hundimiento económico silencioso de este país?
El hecho de que solo un jugador español haya sido seleccionado en el último Draft de la NBA y que solo haya habido uno en activo durante la pasada temporada sí puede ser un síntoma preocupante, pero no necesariamente una prueba definitiva de que el baloncesto español esté en declive estructural.
El hecho de que solo un jugador español haya sido seleccionado en el último Draft de la NBA y que solo haya habido uno en activo durante la pasada temporada sí puede ser un síntoma preocupante, pero no necesariamente una prueba definitiva de que el baloncesto español esté en declive estructural.
A continuación expongo algunas claves que ayudan a entender la situación:
1. A nivel de élite internacional:
España sigue siendo una potencia en baloncesto de selecciones. Fue campeona del Eurobasket 2022 y mantiene una gran competitividad.
La ACB sigue siendo una de las mejores ligas nacionales del mundo fuera de la NBA (quizás la mejor junto con la turca y algunas franquicias de la Euroliga).
2. A nivel de proyección NBA:
Aquí es donde se nota un retroceso. Años atrás, la NBA tenía una presencia notable de españoles: Pau y Marc Gasol, Calderón, Ricky Rubio, Ibaka (nacionalizado), etc.
Hoy solo Santi Aldama mantiene presencia regular. Usman Garuba está en el limbo entre NBA y Europa, y Ricky Rubio se ha apartado del baloncesto por razones personales.
FEB (Federación Española de Baloncesto):
El sistema de formación sigue siendo sólido, pero quizá no tan ambicioso ni enfocado a la exportación como el de otros países.
Se sigue apostando mucho por ganar en categorías inferiores más que por desarrollar perfiles NBA (más físicos, atléticos, versátiles).
ACB:
Es una liga extremadamente competitiva y exigente, pero no especialmente amiga del desarrollo joven.
Muchos jóvenes talentos españoles tienen pocos minutos en equipos grandes y terminan estancados o emigrando a ligas menores en busca de protagonismo.
La normativa de cupos no garantiza desarrollo nacional real, solo presencia mínima.
¿Hay un componente económico y estructural en juego?
Sin duda:
España no es un país que invierta masivamente en deporte base ahora mismo. La crisis económica, primero en 2008 y luego la pandemia, han dejado secuelas en el tejido deportivo.
Las canteras están cada vez más profesionalizadas, pero muchas dependen de clubes grandes o de iniciativas privadas.
La fuga de talento joven (a EE.UU., otros países europeos o incluso a disciplinas diferentes) es constante y silenciosa.
Otros factores globales:
El baloncesto internacional está cada vez más competitivo. Países como Francia, Canadá, Australia o Serbia producen decenas de jugadores NBA.
Muchos jóvenes europeos con potencial NBA optan directamente por el sistema universitario estadounidense (NCAA), mientras que en España todavía no es la vía preferida.
Conclusión:
Sí, hay señales preocupantes en cuanto a la proyección internacional del jugador español, sobre todo hacia la NBA. Pero esto no significa necesariamente un declive total del baloncesto español. Más bien, es el reflejo de un ecosistema que quizá se ha estancado en modelos del pasado mientras el resto del mundo ha acelerado su evolución.
¿Solución?
Replantear el rol de los jóvenes en la ACB.
Invertir más y mejor en formación específica orientada al baloncesto moderno.
Reformar las estructuras federativas y de club para potenciar salidas internacionales.
Y sí, posiblemente también urge un cambio de mentalidad nacional sobre el deporte como inversión de futuro y no como gasto.
¿Está el baloncesto español en declive?
Depende de cómo se mida:
Depende de cómo se mida:
1. A nivel de élite internacional:
España sigue siendo una potencia en baloncesto de selecciones. Fue campeona del Eurobasket 2022 y mantiene una gran competitividad.
La ACB sigue siendo una de las mejores ligas nacionales del mundo fuera de la NBA (quizás la mejor junto con la turca y algunas franquicias de la Euroliga).
2. A nivel de proyección NBA:
Aquí es donde se nota un retroceso. Años atrás, la NBA tenía una presencia notable de españoles: Pau y Marc Gasol, Calderón, Ricky Rubio, Ibaka (nacionalizado), etc.
Hoy solo Santi Aldama mantiene presencia regular. Usman Garuba está en el limbo entre NBA y Europa, y Ricky Rubio se ha apartado del baloncesto por razones personales.
¿Es culpa de la FEB o la ACB?
Hay algunos factores que podrían atribuirse a las instituciones:
Hay algunos factores que podrían atribuirse a las instituciones:
FEB (Federación Española de Baloncesto):
El sistema de formación sigue siendo sólido, pero quizá no tan ambicioso ni enfocado a la exportación como el de otros países.
Se sigue apostando mucho por ganar en categorías inferiores más que por desarrollar perfiles NBA (más físicos, atléticos, versátiles).
ACB:
Es una liga extremadamente competitiva y exigente, pero no especialmente amiga del desarrollo joven.
Muchos jóvenes talentos españoles tienen pocos minutos en equipos grandes y terminan estancados o emigrando a ligas menores en busca de protagonismo.
La normativa de cupos no garantiza desarrollo nacional real, solo presencia mínima.
¿Hay un componente económico y estructural en juego?
Sin duda:
España no es un país que invierta masivamente en deporte base ahora mismo. La crisis económica, primero en 2008 y luego la pandemia, han dejado secuelas en el tejido deportivo.
Las canteras están cada vez más profesionalizadas, pero muchas dependen de clubes grandes o de iniciativas privadas.
La fuga de talento joven (a EE.UU., otros países europeos o incluso a disciplinas diferentes) es constante y silenciosa.
Otros factores globales:
El baloncesto internacional está cada vez más competitivo. Países como Francia, Canadá, Australia o Serbia producen decenas de jugadores NBA.
Muchos jóvenes europeos con potencial NBA optan directamente por el sistema universitario estadounidense (NCAA), mientras que en España todavía no es la vía preferida.
Conclusión:
Sí, hay señales preocupantes en cuanto a la proyección internacional del jugador español, sobre todo hacia la NBA. Pero esto no significa necesariamente un declive total del baloncesto español. Más bien, es el reflejo de un ecosistema que quizá se ha estancado en modelos del pasado mientras el resto del mundo ha acelerado su evolución.
¿Solución?
Replantear el rol de los jóvenes en la ACB.
Invertir más y mejor en formación específica orientada al baloncesto moderno.
Reformar las estructuras federativas y de club para potenciar salidas internacionales.
Y sí, posiblemente también urge un cambio de mentalidad nacional sobre el deporte como inversión de futuro y no como gasto.