Perdidos en el camino.
Hay jugadores válidos para el baloncesto que, algunas veces se ven obligados, bien por sus estudios o trabajo, ha dejar de jugar como federados muy pronto, mientras otros, muchos que no sirven para este deporte, se mantienen jugando en equipos mediocres hasta bien entrados en años.
Cuando un jugador no vale para el baloncesto, no vale, no es cuestión de entrenar mucho, sino de tener las cualidades físicas y mentales necesarias, como para llegar a ser un buen jugador, ya que de lo contrario, no solo no puede llegar muy lejos, sino que entorpece a otros que, sí tienen las cualidades idóneas para progresar.
Recuerdo en el Juventud-Caja Jerez, cuando tenía en el equipo a 5 o 6 jugadores cedidos de Caja San Fernando de Sevilla (ACB), tan solo entrenábamos 2 días a la semana (3 horas), suficientes para triunfar en la liga de 2ª Div. Nacional (entonces no existían las ligas LEB y EBA), eran jugadores escogidos con altura, físico y calidad técnica individual, como para ganar sin apenas entrenar en esa categoría.
De ahí la importancia de escoger el material humano con el que vamos a trabajar desde pequeños, antes los chavales jugaban todo el día en las calles y tenía las articulaciones fuertes, hoy apenas hacen deporte, y eso es un gran problema.
El baloncesto de competición federado requiere: seriedad, trabajo, buenos técnicos y jugadores capacitados para este juego, faceta esta que ha pasado ahora a los jugadores extranjeros/comunitarios, ante la falta de nacionales competentes.
Hoy, lamentablemente, los mejores para la gran masa en cualquier disciplina o profesión, son aquellos que salen en los medios de difusión convencionales, con su fotito y titular, los demás no existen, no son válidos, así de imbéciles somos.
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