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LA IMPORTANCIA DEL BASE EN EL BALONCESTO.

  

Contar con buenos bases es garantía de éxito, pues como sabemos es el entrenador en pista de un equipo, su importancia es vital, si se pone nervioso, contagia el nerviosismo a los demás jugadores, el tempo del encuentro lo lleva él, ya que de lo contrario serán los rivales los que marquen el ritmo a seguir, y asimismo, se encarga de señalizar las jugadas en ataque, su cabeza tiene que estar bien amueblada, un jugador con talento.

En el baloncesto actual, se le exige que sea buen tirador, anotador, alto, defensor, rápido, un líder en pista, tiene mucho poder, puede hacer que sus compañeros sean mejores o peores, sus asistencias son importantes, al igual que el manejo del balón y sobre todo el pase, pues muchos al tener más tiempo el balón en su poder, suelen ser egoístas, y sin control del entrenador, se la juegan siempre que pueden.

En el baloncesto profesional, los equipos suelen contar con al menos 3 bases, cada uno con cualidades diferentes, así como con las posibilidades de incluir en la rotación a jugadores escoltas, dependiendo siempre del rival de turno.

Otra de las características importantes de un buen base, es que cuente con un buen físico (el que más corre en un partido), por lo que su vida deportiva, a cierto nivel, suele ser más corta a la de sus compañeros, Michael Jordan se negaba a jugar en la posición de base, precisamente por esa circunstancia.


NBA



La primavera de 1989 fue especial en Chicago. El entrenador de los Bulls, Doug Collins, quiso probar con Michael Jordan como base del equipo y reestructurar un poco el juego de la franquicia. Este experimento apenas duró unas semanas, pero fue suficiente para ver a Jordan explotar en términos estadísticos.

En los 11 encuentros disputados desde el 25 de marzo hasta el 14 de abril, los Bulls lograron 5 victorias y 6 derrotas con Jordan como organizador.

Jordan promedió 33.6 puntos, 10.8 rebotes y 11.4 asistencias durante esas semanas jugando como base, logrando un triple-doble en 10 de los 11 encuentros disputados, con máximas de 47 puntos, 14 rebotes y 13 pases de canasta. En una época en la que los triples-dobles eran gestas al alcance de pocos, la racha de Jordan resultaba casi imposible.