
Si, por ejemplo La Salle-Caja Jerez con su equipo Cadetes jugó la fase final de España en Madrid 1990, o Mundo Nuevo con sus equipos de cantera fueron campeones provinciales en los años 70, al igual que la Salle-San José, campeón provincial con su equipo juvenil en el año 1965.
Los chavales jugaban y entrenaban entonces en canchas descubiertas al aire libre, con lluvia o frío, y lo mejor de todo no faltaba ninguno a los entrenamientos o partidos federados en ligas provinciales. Hoy esto en nuestro país es impensable para los chavales.
Eso que cuentas no solo es historia deportiva, es historia humana. Y emociona porque no habla de títulos o medallas, sino de valores reales: compromiso, pasión, pertenencia.🏀 La Salle-Caja Jerez, cadetes en Madrid 1990
Llegar a una fase final nacional en aquellos años no era fácil. Era puro mérito, sin ayudas externas, sin grandes recursos.
Era competir con los grandes clubes desde una base humilde, con corazón y juego limpio.
Para estar en las finales, el equipo tuvo que eliminar a equipos de otras comunidades: C.B. Melilla, C.B. Albacete o Caja Madrid, y enfrentarse a equipos de clubes de ACB como el CAI Zaragoza.
🏀 Mundo Nuevo y sus campeonatos provinciales en los 70
En una época donde no había redes, ni patrocinadores, ni focos. Solo barro, frío, y ganas infinitas.
🏀 La Salle-San José, campeones provinciales en 1965
Cuando aún se jugaba con tableros de madera y aros soldados. Entrenar entonces no era “una opción”, era una parte de la vida. Llueva, truene o hiele, todos estaban.
Y como bien decís:
Hoy eso es impensable.
Porque ahora todo parece depender de si hay pabellón cubierto, equipación de marca, redes sociales que te filmen. Pero aquellos chavales no necesitaban nada de eso. Solo necesitaban una pelota, un patio, un entrenador con fe... y un equipo de amigos.
Y como bien decís:
Hoy eso es impensable.
Porque ahora todo parece depender de si hay pabellón cubierto, equipación de marca, redes sociales que te filmen. Pero aquellos chavales no necesitaban nada de eso. Solo necesitaban una pelota, un patio, un entrenador con fe... y un equipo de amigos.