TODOS SOMOS NBA.

 

Sí nos damos una vuelta por las redes sociales, observamos que todos somos NBA, que todos los productos que nos venden son magníficos, que los políticos son maravillosos y que las noticias que nos dan son las mejores y más reales que ninguna, y, sin embargo, vivimos en una mentira permanente.

Vivir con la chusma puede ser complicado, pues todo el mundo cree tener razón y si discutimos nos equivocamos, así que mejor poner en práctica el arte del silencio.

Ya saben lo que se dice: “Nunca discutas con un imbécil. Te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia”. Bueno. Pues eso.

La NBA como marketing está muy bien, pero pensar en ella como "el sueño americano" solo es para ignorantes, privilegiados o para pajas mentales, aunque algunos hagan su agosto a costa de hacer creer a los demás que esto está al alcance de cualquiera, claro que muchos de los que viven del baloncesto lo hacen gracias a la NBA, su publicidad, marketing, afición, etc., ya sabemos que los seres humanos tendemos a imitar a los demás y que mejor que a este baloncesto, como decía hace días el legendario entrenador, Popovich: "Con tiros de 4 y 5 puntos, la NBA se podría convertir en un circo", o la confesión de Kevin Durant: "Hay días que odio el circo de la NBA”.

 

Pues en ello estamos.