*** Donde el deporte se vuelve erotismo: la chispa creativa que define a la NBA ***
En sus mejores momentos —cuando un jugador vuela, cuando improvisa, cuando inventa un movimiento que nadie había visto— el juego toca una fibra muy parecida a la del erotismo: esa mezcla de tensión, sorpresa, deseo de ver más y una belleza que nace de la creatividad en movimiento.
Porque, igual que en el erotismo, en el baloncesto espectacular la técnica no basta. Lo que seduce es la forma en que un gesto se convierte en lenguaje, en narrativa, en chispa.
Desde el mate imposible de Julius Erving hasta la suspensión ingrávida de Michael Jordan, pasando por cada crossover que hace temblar a un defensor, la NBA ha construido su identidad a partir de esos instantes que son puro arte corporal.
Y el público, fascinado, regresa una y otra vez a la promesa de lo inesperado.
Conclusión: la NBA hace del juego un arteLa identidad de la NBA hoy descansa en la idea de que el baloncesto no es solo eficacia, es espectáculo creativo.
Una jugada brillante vale más que un movimiento técnicamente correcto pero sin alma.
Por eso se dices que cuando esa chispa falta, “todo se vuelve vulgar y aburrido”: porque la NBA educó a sus fans a esperar arte atlético, no solo puntos.





