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*** El Real Betis (Sevilla Baloncesto): fuera de la ACB, acudirá a los tribunales ***

"Tal como informó ABC de Sevilla a principios de esta semana, el club recurrirá a otras instancias y a la vía judicial, siguiendo el ejemplo de otros clubes que ya lo hicieron anteriormente contra la ACB, como el Obradoiro, el Ourense o el propio Baloncesto Sevilla —entonces bajo la denominación comercial de Real Betis Energía Plus— en el año 2017."

¿Puede la ACB como entidad privada rechaza a cualquier club que no se atenga a sus criterios sobre las normas de competición? o como en todo existe un tipo de "compadreo" al ser una organización privada?

Buena pregunta, y tiene muchas capas.
 
1. ¿Puede la ACB rechazar a un club que no cumple sus criterios?

Sí, legalmente puede hacerlo. La ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto) es una entidad privada, y como tal, establece sus propias normas de admisión y competición, siempre que estas no vulneren leyes superiores, como la Constitución Española, la Ley del Deporte, o principios de competencia justa.

En teoría, si un club no cumple con los criterios económicos, administrativos, técnicos o deportivos que establece la ACB (por ejemplo, tener un presupuesto mínimo, estar al día con Hacienda y Seguridad Social, disponer de una instalación adecuada, etc.), la ACB puede denegar su inscripción, aunque haya logrado el ascenso deportivo.
 
2. ¿Y qué pasa con los casos polémicos?

Ahí entra lo que mencionas como "compadreo". Aunque no sea necesariamente ilegal, en la práctica hay acusaciones (algunas fundadas) de que la ACB ha aplicado sus criterios de forma desigual. Ejemplos:

Obradoiro ganó una sentencia en 2008 tras un litigio de 18 años, al considerar el tribunal que se le había denegado injustamente su plaza en ACB.

Ourense (2015) ascendió deportivamente, pero no fue aceptado por la ACB por razones económicas y administrativas. Luego hubo juicio.

Betis Energía Plus (2017) también recurrió judicialmente tras descender y no ser readmitido, pese a señalar presuntas irregularidades de otros clubes.
 
3. ¿Es legal este “filtro”?

Sí, pero con condiciones:

La ACB no puede actuar de forma arbitraria. Sus normas deben ser objetivas, claras y aplicables a todos por igual.

Si un club considera que hay discriminación o trato desigual, puede acudir a los tribunales ordinarios o al Consejo Superior de Deportes (CSD).
 
4. ¿Hay compadreo?

Más que “compadreo” en el sentido coloquial, hay:

Falta de transparencia en algunos procesos.

Relaciones de poder entre clubes grandes y pequeños.

Criterios que pueden interpretarse de forma flexible, como los avales económicos o los plazos para inscribirse.
 
En resumen:

Sí, la ACB puede rechazar a un club que no cumpla sus normas.

No, no puede hacerlo arbitrariamente.

Sí, ha habido casos en los que la justicia ha corregido decisiones de la ACB.

Sí, existen tensiones entre el modelo privado de la ACB y el interés público del deporte profesional.
 



Aquí tienes un resumen detallado de la jurisprudencia de los casos más relevantes (Obradoiro, Ourense y Real Betis Energía Plus) en los que los tribunales intervinieron frente a decisiones de la ACB:
 
 Jurisprudencia relevante
 
1. Caso Obradoiro CAB (finales de los años 80 a 2007)

El Obradoiro disputó un playoff de ascenso en la temporada 1989‑90 y denunció una alineación indebida de un jugador del Juver Murcia. El conflicto se prolongó durante casi dos décadas. 

El Tribunal Supremo falló a favor de Obradoiro, ordenando su readmisión en la ACB y reconociendo que se le había exigido un aval desproporcionado —cerca de 3 millones— frente al de 600 000 € correspondiente a su año de descenso.

Aunque el TS dio la razón, la inscripción efectiva se retrasó hasta 2009 por discrepancias sobre qué aval correspondía realmente.
 
2. Caso Ourense Baloncesto (ascenso en 2015)

Ourense ganó deportivamente el ascenso desde LEB Oro en 2015, pero la ACB denegó su inscripción alegando que el club estaba “en causa de disolución” tras una auditoría económica y que no cumplía los requisitos administrativos.

El club acudió primero al TAD (que se declaró incompetente), y luego al Consejo Superior de Deportes (CSD), que le dio la razón e instó a la ACB a inscribirlo.

La ACB, no obstante, desoyó esa resolución del CSD e insistió en su negativa alegando autonomía organizativa y apego estricto a los estatutos, señalando que Ourense seguía incumpliendo criterios económicos, lo que provocó una enorme controversia e inseguridad jurídica.

3. Caso Real Betis Energía Plus (2017)

Tras descender deportivamente, el Betis reclamó en los tribunales la plaza y solicitó medidas cautelares. Argumentó que la ACB había flexibilizado exigencias para otros clubes y vulnerado sus derechos estatutarios.

Un juzgado concedió la cautelar y la ACB, aunque en principio se resistía, finalmente admitió al Betis como socio de pleno derecho para la temporada 2017‑18 mediante un acuerdo formal en noviembre de 2017.

Posteriormente ambas partes alcanzaron un pacto para retirar la demanda, cerrando el caso sin nueva judicialización.
 
Conclusiones principales
 
PreguntaConclusión
¿Puede la ACB rechazar legalmente a un club que no cumple sus criterios?Sí. Como entidad privada, tiene normas de admisión propias (canonicales de entrada, requisitos económicos, administrativos, técnicos, etc.) aplicables a todos los clubes.
¿Puede hacerlo de forma arbitraria?No. Las decisiones deben ajustarse a los estatutos y normas internas y no vulnerar leyes o el derecho de afiliación.
¿Qué ocurre si un club considera que ha sido tratado injustamente?Puede recurrir ante el TAD, el CSD o los tribunales ordinarios (contencioso‑administrativos).
¿Hay ejemplos de mala praxis o “compadreo”?Existen acusaciones de falta de transparencia y desigualdad en la aplicación de criterios, especialmente en flexibilidad de plazos o condiciones según convenga a ciertos clubes (como en los casos del Betis o Ourense).

En resumen

La ACB sí puede rechazar la inscripción de un club si no cumple sus requisitos.

Pero no puede hacerlo arbitrariamente ni incumpliendo sus propios estatutos.

Los casos de Obradoiro, Ourense y Betis muestran que los tribunales a veces obligan a la ACB a rectificar.

Este tipo de conflictos evidencia tensiones en el modelo de competición y cierta flexibilidad opaca en la aplicación de criterios.