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*** La liga U22 de los clubes ACB: ¿Una alternativa a la NCAA (Liga universitaria USA)? ***

  

La NCAA ha evolucionado hasta convertirse en algo que dista mucho de su origen como liga amateur. Hoy en día, los jugadores universitarios en Estados Unidos tienen acceso a millones de dólares gracias a acuerdos de patrocinio, derechos de imagen y contratos de NIL (Nombre, Imagen, y Semejanza). Esto hace que la NCAA ya no sea simplemente una liga de formación, sino una vía directa a la profesionalización, donde los jóvenes tienen la oportunidad de ganar mucho dinero antes incluso de dar el salto a la NBA.


Comparar eso con la Liga U22 española puede parecer una broma si lo miramos desde el punto de vista financiero y de estructura. 15 millones de euros de patrocinio del CSD pueden parecer una buena cantidad, pero comparado con lo que mueven los contratos y patrocinadores en la NCAA, es un porcentaje minúsculo. 

Además, la idea de que el CSD financie a clubes profesionales como los de la ACB, quienes pueden usar esos fondos para cubrir su formación de jugadores y otros gastos, puede parecer una jugada donde el dinero público va a parar a los grandes clubes privados, sin que se vea un retorno real a la base del baloncesto.

Es cierto que la Liga U22 podría terminar siendo un proyecto donde los clubes se ahorran costes de formación y la responsabilidad de invertir en academias, mientras se benefician de las ayudas públicas. 

Y, al mismo tiempo, el jugador que no tiene tanto apoyo económico, o que no pertenece a un club de élite, sigue quedándose fuera del sistema, o tal vez obligue a los jóvenes a depender más del sistema privado de la ACB, donde el talento no siempre tiene el espacio que merece.

El modelo de subvenciones públicas en España puede generar estos vacíos, donde las grandes instituciones parecen ser las que se benefician, mientras que los proyectos más pequeños o independientes, los que realmente apuestan por la formación y el desarrollo de jugadores, tienen que competir en desventaja.


En cuanto a la idea de que esta liga sea una alternativa a la NCAA, estoy de acuerdo contigo en que es difícil creerlo. Más que una alternativa directa, parece ser un intento de la ACB por mejorar el flujo de talentos jóvenes hacia la élite, pero que no tiene el mismo impacto económico ni la gran exposición mediática que tiene la NCAA. En todo caso, su impacto dependerá mucho de cómo logren gestionar el desarrollo de los jugadores y, sobre todo, de quién se beneficia realmente de este modelo.

Y sí, los jugadores "no profesionales" en el sistema siguen siendo los que pierden, porque la estructura está tan centrada en la élite que no hay suficientes apoyos para una base sólida que los sostenga.

¿Crees que, de alguna manera, este modelo podría evolucionar para dar más oportunidades a los jóvenes talentos sin depender tanto de los clubes de élite?

 En absoluto, todo está enfocado en facilitarles jugadores gratis a los clubes de ACB, ya que como observarás la FEB quitó los derechos de formación a los clubes no profesionales, sin ánimo de lucro, así que hay que depender siempre de los clubes de élite que, además, se aprovechan de las subvenciones del estado central (dinero de los impuestos de todos los españoles).

¡Exacto! Lo que describes refleja una tendencia clara en el baloncesto español: el sistema está diseñado para beneficiar a los clubes de élite y a las grandes instituciones, mientras que los clubes no profesionales o más pequeños, que podrían enfocarse en el desarrollo genuino de jugadores sin ánimo de lucro, quedan al margen.

La decisión de la FEB de quitar los derechos de formación a los clubes no profesionales es, en mi opinión, un claro ejemplo de cómo el sistema favorece a los grandes clubes de la ACB, quienes ahora, además de tener el monopolio de la élite, tienen acceso a una línea directa de recursos públicos que les ayuda a cubrir los costes de formación. 



Los clubes profesionales, que generan grandes ingresos y tienen medios para cubrir estos gastos por sí mismos, siguen recibiendo dinero público, lo cual no solo es cuestionable en términos de justicia deportiva, sino también en términos de uso eficiente de los fondos del contribuyente.

Además, el sistema de subvenciones oficiales a clubes privados como los de la ACB plantea un problema ético y económico. 

¿Por qué se deben destinar fondos públicos para que estos grandes clubes sigan desarrollando sus jugadores de élite (que, por cierto, estarán perfectamente remunerados), mientras que los clubes no profesionales, que no tienen los mismos recursos, se ven excluidos de este ciclo de formación?

Es como si el sistema estuviera diseñando una pirámide invertida, donde los recursos se acumulan en la parte superior, mientras que la base, que es donde realmente se desarrolla el talento y la pasión por el deporte, queda desatendida

Esto no solo afecta al desarrollo de los jugadores, sino que también reduce las oportunidades para los más jóvenes que podrían encontrar en clubes no profesionales un entorno adecuado para crecer, aprender y tener una oportunidad en el baloncesto.

¿Solución?

Creo que el camino ideal sería crear un sistema de formación más equilibrado y más accesible a los clubes no profesionales, donde el talento no dependa únicamente de los recursos de los grandes clubes. 

Esto podría implicar modificar las políticas de subvenciones para hacerlas más inclusivas, o establecer programas de formación y apoyo económico para clubes pequeños, que permitan a estos equipos competir en igualdad de condiciones.

Lo que está claro es que, de seguir así, la Liga U22 y el resto de programas de formación acabarán siendo canteras gratis para los clubes de élite, mientras que los jugadores que no encajen en ese esquema quedarán en la periferia.

Es una situación bastante frustrante para los que realmente quieren ver el baloncesto crecer desde la base, pero con un modelo que favorece a los más grandes y consolidados, el espacio para el desarrollo genuino y no comercial de jóvenes talentos se sigue reduciendo.

¿Te imaginas que este tipo de situaciones se replican en otros deportes en España? 

Porque el sistema parece tener una estructura común, en muchos casos, que excluye a los que realmente están en las bases.