*** EN LOS EQUIPOS DE CAJA JEREZ NO SE ENTRABA A JUGAR, SE ENTRABA A LUCHAR ***
Los entrenamientos eran duros, constantes, cargados de horas dedicadas a los fundamentos individuales. Cualquier jugador sabía tirar en suspensión, botar bien, pasar con criterio y defender con agresividad. No solo eran fuertes, eran guerreros. Guerreros dispuestos a ganar.
Algunos padres se quejaban. Me decían que era “demasiado profesional”. Pero al final estaban encantados: sus hijos se volvían más fuertes, más responsables… y hasta mejoraban en los estudios.
A los mejores chavales de la cantera, los ponía a entrenar dos veces al día: con su equipo y con el primer equipo. Así se formaban más rápido y ganaban experiencia jugando amistosos contra rivales de categorías superiores. Aprendían a competir sin excusas.
Porque en baloncesto, sin sacrificio no hay avance real.Hoy, la falta de entrenamientos se nota demasiado. Llegan a senior sin base, sin físico, sin cabeza.
Entrenar no es ir a divertirse. Ir al gimnasio es ir a sufrir. Todo lo demás son ilusiones perdidas, fotos y vídeos para engañar a incautos o para alimentar egos frágiles.
Si quieres llegar lejos, necesitas:
✔️ Mucha práctica
✔️ Trabajo constante
✔️ Buena alimentación
✔️ Dormir bien
✔️ Y entrenar con alguien que sepa enseñarte
Si no, da igual el talento que tengas: te explotarán un rato, te harán creer que vales… y luego la realidad te aplastará.
Y lo peor de todo, lo imperdonable, es si encima perdiste el tiempo de los estudios.