*** Entrenar para Ganar: La verdad que pocos quieren escuchar ***


“No se gana el domingo, se gana el martes en el entrenamiento. El marcador miente; el esfuerzo diario, no. Ser importa más que tener.”

Entrenar para Ganar: La verdad que pocos quieren escuchar

Siempre he disfrutado más de los entrenamientos que de los partidos. Como entrenador, me apasiona enseñar, corregir y construir. El partido es solo el reflejo del trabajo previo, porque en el deporte, como en la vida, se juega como se entrena.

Si en la semana no trabajamos con ritmo intenso, máxima concentración y dedicando horas a pulir detalles como el tiro exterior, difícilmente podremos aspirar a ser un equipo de élite. Sin un entrenamiento exigente, quedaremos a merced de lo que pueda hacer el jugador estrella, ese “franquicia” al estilo NBA. Y eso, por mucho talento que haya, no es un proyecto sólido.

La victoria en el marcador puede engañar. A veces se gana con malos porcentajes, floja defensa, pérdidas de balón y déficit en rebotes. Para el aficionado puede ser suficiente; para un entrenador serio, jamás. El verdadero profesional analiza, corrige y exige, incluso cuando el resultado fue favorable.

En un deporte de equipo —y en la vida— el éxito no se construye en la exhibición pública, sino en el trabajo silencioso. Entrenar con disciplina, cuidar la alimentación, respetar el descanso y mantener hábitos sanos es lo que realmente marca la diferencia. No se trata de que el entrenador o el jefe te vean; lo importante es que tú sepas que estás dando lo mejor, aunque nadie te aplauda.

En un mundo obsesionado con las apariencias, es fundamental recordar: ser es más importante que tener. Ser constante, ser íntegro, ser responsable. Quererse lo suficiente para exigirse siempre un poco más. Y sí, ser “egoísta” en el buen sentido: cuidar de uno mismo para poder llegar a ser alguien digno de admiración y respeto, no solo por lo que consigue, sino por cómo lo consigue.

En el deporte y en la vida, el partido se juega cada día… en los entrenamientos.


Predicando en el Desierto
Miguel A Soto