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*** Desastre blanco en Múnich ***


El Madrid cae estrepitosamente en Múnich. De ir ganando de 13 al descanso a perder 90-84 ante el Bayern con un pésimo 25-10 en el tercer cuarto. Quinto partido de los blancos fuera de casa, quinta derrota. Impropio de un equipo a su altura. 3-4 en Euroliga el equipo español.

Isiaha Mike firmó un partido para el recuerdo (29 puntos, 27 en los tres primeros cuartos). Le ayudó un inspirado Rathan-Mayes (14 puntos) y Da Silva (10 puntos, 10 rebotes). Lyles fue un oasis en el desierto (20) en un ataque lleno de ansiedad y falto de acierto.

Segunda mitad desastrosa

Fue caótico el inicio en Múnich. Del 13-2 de inicio del Bayern, buscando correr con Isiaha Mike, a la clase de Trey Lyles en el poste para responder rápidamente. Gordon Herbert quería hacer protagonistas a Obst y Rathan-Mayes, motivado ante su exequipo. El Madrid bajó las pulsaciones, encontró buenos ataques y el 27-25 al final del primero parecía bueno para ambos.

Tavares aprovechó la falta de centímetros bávara para imponer su ley bajo el aro. Los de Scariolo alternaban buenas acciones con defensas impropias, y Mike llevaba el peso anotador en Múnich. Lo tenía controlado el Madrid desde el estático (37-49), y estaban cerca de romper el partido en Alemania.

Mucho más listos los blancos en segundas oportunidad. Firmando minutos sensacionales, con Lyles bailando con los defensores (13 en la primera mitad) y el ánimo por las nubes. Subieron el listón defensivo y secaron a un pobre Bayern que se diluía al descanso en su feudo (44-57).

Volvió la ya clásica desconexión blanca esta temporada. Un parcial de 12-3 metía al público de lleno en el encuentro y forzaba al Madrid a un caos ofensivo muy distinto al de la primera mitad (56-60). Se esfumó el acierto merengue desde fuera, y el duelo era otro. Isiaha Mike, firmando una de las actuaciones de la temporada, y el +15 del tercero dejaba todo igualado para el final (69-67).

Momento Rathan-Mayes para dinamitar a sus antiguos compañeros, y los alemanes seguían pasándoles por encima. Desesperados en los estáticos y anímicamente hundidos (82-72). Fallos imposibles debajo del aro e incapaces de aguantar una mínima competitividad.

Perdonó el Bayern, y los blancos atacaban con demasiada ansiedad estando relativamente cerca (82-75). Tuvo que ser Lyles, quién si no, el que tirase en defensa y ataque. El canadiense hizo suyo el equipo, pero no fue suficiente. Los tiros no entraban y el SAP Arena apretaba cada vez más. El rebote ofensivo fue clave en los segundos finales, y eso terminó de matar a los merengues (90-84). Cinco partidos fuera de casa, cinco derrotas en un inicio terrible de temporada lejos del Movistar Arena.