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*** España: la NBA nos lo agradece ***

 

En España tenemos un talento único: saber delegar lo que nos cuesta trabajo. En deporte, esto se traduce en una política impecable: los jóvenes prometedores hacen las maletas rumbo a Estados Unidos y nosotros les aplaudimos desde la grada del Wi-Fi.


Chus Mateos lo dijo sin pudor: «Prefiero que las promesas vayan a la NCAA y tengan minutos». Traducción libre: “Aquí no hay tiempo, ni estructura, ni ganas. Que se lo monten fuera y luego nos hacemos la foto con ellos.”

Las federaciones viven en congresos, powerpoints y selfies institucionales. El CSD financia alegremente, como quien compra una entrada de lotería: la ilusión está incluida, la exigencia no

Los gobiernos autonómicos mantienen la ACB y medio deporte español como bonsáis: regadito, bonito… y sin posibilidad de crecer. “Retorno formativo” es un concepto tan mítico como la Atlántida.

Mientras Francia organiza programas de cantera que funcionan, Serbia reparte minutos y Estados Unidos acoge a nuestros jóvenes como Silicon Valley acoge startups, España se dedica a exportar talento subvencionado

La cantera nacional es un decorado digno de Instagram: bonito, necesario para la foto… y absolutamente prescindible para competir.

Cuando los jugadores vuelven, aplaudimos y decimos: “¡Son producto de nuestra cantera!”. Igual que llamamos “vino de la tierra” a ese tinto que viene de Francia. 

Todo correcto en la foto: el talento es extranjero, los clubes dependen del erario, y seguimos llamando “potencia deportiva” a un país que necesita outsourcing internacional para formar a sus jóvenes.

España funciona así: excelente en imagen, subsidiaria en resultados, prodigiosa exportadora de talento… y de dinero público. Celebramos medallas como tortillas bien cuajadas: orgullosos, ignorando que la receta la hizo otro.

Al final, lo importante no es formar. Lo importante es aplaudir lo que otros hicieron por nosotros, tuitearlo, subirlo a Instagram y firmar la foto institucional. 

Y eso, queridos lectores, se nos da de maravilla.