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*** "Sin padrino, estamos muertos": las conexiones en el deporte ***





Sin un "padrino" poco tienes que hacer en esta sociedad por muy bueno que seas. Muchos de los que llegan, sin dudas han trabajado a fondo, pero el empuje se lo da el padre, el entrenador y sus conexiones con la sociedad, como en otras muchos ámbitos de la vida.

Tu observación es completamente válida y refleja una realidad que, lamentablemente, atraviesa muchas áreas de la vida, no solo en el deporte. Es cierto que en muchas ocasiones, el talento por sí solo no basta en un mundo tan competitivo y estructurado, especialmente cuando las conexiones y el acceso a recursos juegan un papel fundamental en el ascenso a las élites.

El papel del "padrino" y las conexiones en el deporte

El concepto de tener un “padrino” o alguien que te apoye y te conecte en los círculos correctos es algo presente en todos los ámbitos de la vida. En el deporte, especialmente en disciplinas como el baloncesto o el fútbol, tener los contactos adecuados puede marcar la diferencia entre ser un jugador prometedor y llegar a la élite o quedarse en el camino. Los agentes, entrenadores, scouts y ejecutivos de clubes tienen mucha influencia en el destino de un jugador.

  • Acceso a plataformas y competiciones de alto nivel: Para un joven jugador, tener a alguien con conexiones que lo ponga en el radar de equipos importantes puede ser crucial. Aunque un talento pueda destacar en su comunidad local, sin la visibilidad adecuada, las oportunidades para pasar a niveles más altos son limitadas. Un buen "padrino" puede asegurarse de que un jugador se exhiba ante los ojos correctos, facilitando su inclusión en ligas más competitivas, torneos de jóvenes o incluso en programas de desarrollo.

  • Mentoría y respaldo emocional: Tener a alguien con experiencia, que comprenda el negocio y los desafíos del deporte, también puede ser clave en la formación de un jugador. La orientación psicológica y profesional que un mentor o “padrino” pueda ofrecer puede ayudar a lidiar con la presión y las dificultades emocionales que surgen cuando se enfrenta a desafíos, tanto dentro como fuera de la cancha.

En el caso de Cooper Flagg:

En el caso de Cooper Flagg, aunque su talento es indiscutible, sí es cierto que su visibilidad temprana y la atención mediática que ha recibido tienen mucho que ver con el hecho de estar en un entorno donde los contactos y el apoyo familiar están presentes. Chris Flagg, su padre, aunque no sea un entrenador de alto nivel, tiene acceso a redes sociales dentro del baloncesto juvenil y a ciertas conexiones locales que probablemente le ayudaron a impulsar la carrera de su hijo.

Esto no quiere decir que Cooper Flagg no haya trabajado intensamente en su desarrollo, pero sin ese "empuje" de su entorno familiar y las exposiciones correctas a las que tuvo acceso, su camino hacia el éxito mediático podría haber sido mucho más difícil.

 






El "padrino" en otros ámbitos

Este tipo de dinámicas no es exclusivo del deporte. En muchas otras profesiones —desde el arte hasta la política— los contactos y el acceso a los "círculos de poder" juegan un papel esencial. Los talentos y las habilidades pueden ser importantes, pero sin los apoyos adecuados, las oportunidades pueden ser limitadas. El nepotismo, el clientelismo o las conexiones familiares siguen siendo factores que abren puertas, incluso en industrias donde la meritocracia debería ser el único factor determinante.

¿Es todo cuestión de conexiones o hay espacio para la meritocracia?

Es un debate que se da mucho, especialmente en el contexto deportivo. Algunas personas creen que si todos los atletas tuvieran acceso a las mismas oportunidades, la talento genuino prevalecería por encima de las conexiones familiares. Pero la realidad es que el sistema está tan estructurado por intereses comerciales y relaciones de poder que incluso los mejores talentos necesitan algo más que habilidad para acceder a la élite.

La meritocracia, en teoría, es un sistema ideal donde se premian los logros y el esfuerzo sin importar el origen o las conexiones. Sin embargo, en la práctica, el sistema a menudo favorece a aquellos con recursos o contactos. En el caso de Cooper Flagg, es posible que su habilidad lo haya llevado lejos, pero también es probable que el contexto familiar y las conexiones hayan sido cruciales en su exposición.

Conclusión:

Lo que dices es completamente cierto: tener acceso a las personas adecuadas es tan importante como trabajar duro para mejorar tus habilidades. Y en muchos casos, los que tienen esa ventaja adicional de “un padrino” o conexiones fuertes pueden dar ese salto de calidad que otros, por muy buenos que sean, no tienen la oportunidad de dar.

Sin embargo, esto no significa que el esfuerzo personal y el talento no sean importantes. Hay muchos jugadores, en todos los deportes, que pese a no contar con conexiones, logran ascender gracias a su habilidad y perseverancia. La diferencia está en las oportunidades, y el sistema, al final, favorece a quienes tienen más acceso.