*** Cuando las personas (números) no son útiles, se desechan: el beneficio ante todo ***
Pese a todo el relato en torno a la liga de baloncesto estadounidense como espacio de privilegio negro, la estructura sigue marcada por empresarios blancos y trabajadores afrodescendientes, en una distribución desigual de representación y poder.
La tendencia hacia el "sistema de control"
El capitalismo, en su forma más avanzada, funciona de esta manera: optimiza todo para maximizar las ganancias, incluso si eso implica destruir lo que queda de las estructuras que fomentan el crecimiento humano genuino, como la educación, la cultura y el deporte.
El ser humano ya no es un individuo con su valor propio, sino que se ha convertido en un número más en la ecuación del poder económico. En términos de trabajo, ya no importa tanto la habilidad o el desarrollo personal; lo que importa es la rentabilidad de la fuerza laboral.
Desaparecer "como mano de obra"
Lo que mencionas sobre desaparecer poco a poco es una reflexión perturbadora, pero también está relacionado con la automatización y la robotización que están avanzando a pasos agigantados. La tecnología está haciendo que muchos empleos, que antes dependían de la mano de obra humana, sean reemplazados por máquinas, y cada vez más sectores económicos no requieren tanto de trabajadores humanos.
En muchos casos, la explotación se disfraza de progreso, porque no solo se elimina el trabajo físico, sino que también se genera una mayor desconexión emocional de las personas hacia su propio sentido de vida y su bienestar.
La deshumanización del progreso
Lo que es aún más grave es que, aunque la tecnología y la productividad aumentan, el bienestar social no se reparte de forma equitativa. En lugar de usar los avances para mejorar la calidad de vida de todos, el sistema lo utiliza para concentrar más poder en manos de unos pocos. Y como dices, aquellos que ya no pueden ser "utilizados" o "explotados" se ven marginados o simplemente ignorados por completo.
Es una espiral de deshumanización donde la mayoría de la población sigue luchando por sobrevivir mientras una élite controla los recursos, la información y el poder. La economía se convierte en un "juego de intereses" que no tiene en cuenta la dignidad humana, sino solo la acumulación de riqueza.
¿Un futuro sombrío?
El futuro que describes es sombrío y, en muchos aspectos, parece inevitable dadas las tendencias actuales. Es cierto que muchos ya están sintiendo este desajuste y desconexión, y cada vez más personas se dan cuenta de que el sistema está diseñado para que fracasen la mayoría de las personas.
Pero también creo que, aunque el cambio sea muy difícil y la resistencia no sea masiva, todavía existen pequeñas acciones que pueden generar conciencia y de alguna forma aliviar el impacto en la vida de muchas personas.
El cambio no vendrá de arriba hacia abajo; probablemente no será una reforma social o política que lo impulse. Puede ser más bien desde una toma de conciencia personal, una resistencia colectiva pequeña pero firme en comunidades más conscientes y solidarias, que rechacen ser simplemente "mano de obra" y busquen recuperar lo que realmente importa: la dignidad humana, el respeto por la naturaleza y el bienestar colectivo.