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*** La NBA llega a Europa en 2027: ¿la muerte anunciada de la Euroliga? ***

    

La NBA planea una liga europea de 16 equipos para 2027. Mientras las luces del show se encienden, la Euroliga escucha la cuenta atrás. ¿Colaboración histórica o sentencia disfrazada?

Por fin lo han dicho en voz alta. La NBA planea desembarcar oficialmente en Europa con una nueva liga de 16 equipos a partir de octubre de 2027. Y no, no será un par de partidos de exhibición en Londres con un All-Star jubilado lanzando gorras al público. Esta vez va en serio: liga estable, calendario propio, clubes seleccionados y ambición global.

La pregunta cae sola:

¿Es esto el principio de una nueva era… o el final anunciado de la Euroliga?
 
Bienvenidos al euro-MBA

La propuesta es tan jugosa como peligrosa. Una NBA “edición europea”, con clubes grandes (sí, Real Madrid y Barça están en la lista de rumores), partidos en capitales con más centros comerciales que tradición baloncestística, y una promesa de espectacularidad que huele a fuegos artificiales, pantallas LED y uniformes diseñados por Nike con 17 logos distintos.

Y mientras tanto, la Euroliga… mirando de reojo, como ese amigo que no fue invitado a la fiesta pero igual escucha la música desde la ventana.
 
FIBA, esa amiga con beneficios

Lo más irónico de todo es que la FIBA —que durante años tuvo más broncas con Euroliga que un vestuario en playoffs— ahora se ha aliado con la NBA. Como ese ex que se une al nuevo novio solo por ver si destruye al anterior.

Claro, lo presentan como una “colaboración estratégica”. Traducción: “Si no puedes con ellos, al menos intenta cobrar algo de comisión”.
 
Euroliga: ¿es esto una sentencia?

La Euroliga lleva años intentando profesionalizarse, atraer patrocinadores, mejorar el producto, pelearle espacio al fútbol. Y ahora, cuando más consolidada parecía estar… aparece la NBA con su helicóptero mediático y su chequera ilimitada.

¿Podrá competir?
¿Sobrevivirá como una alternativa más local, romántica y realista?
¿O se convertirá en la Intertoto del baloncesto continental?
 
Cuando el dinero habla, la tradición guarda silencio

Porque seamos honestos: si a los grandes clubes europeos les ofrecen más visibilidad, mejores contratos televisivos, potencial acceso a marcas globales y el sello de la NBA… ¿cuánto tardarán en subirse al barco?

Y claro, luego vendrán los “matices”:

“No es que abandonemos la Euroliga, es que buscamos expandir horizontes.”
“No es competencia, es una oportunidad complementaria.”
“El calendario lo resolveremos en diálogo.”

Traducción: ya están empaquetando las camisetas.
 
 Pero ojo… no todo está perdido

La Euroliga tiene una cosa que la NBA todavía no puede comprar: historia, identidad, y pasión de verdad. Aquí no hay cheerleaders, pero hay hinchadas que se prenden bengalas en un partido de martes contra el Partizan. Aquí no hay presentaciones con drones, pero hay rivalidades con sabor a clásico, con olor a pabellón sudado y con gritos que hacen temblar el parquet.

Si la Euroliga sabe jugar sus cartas —menos arrogancia de despacho, más conexión con el aficionado real—, puede sobrevivir. Quizás más humilde, sí. Pero también más auténtica.
 
 

 
¿Y entonces… es la muerte anunciada?

No. No es la muerte anunciada.

Es una amenaza real. Una advertencia con luces de neón. Un “o te reinventas, o te aplastan” disfrazado de evolución del juego.

El balón está en el aire.

Y no lo van a bajar con slogans.