*** Meter una pelota en un Aro: La Tontería Mejor Vendida del Mundo ***
A estas alturas, ¿quién puede negar que el baloncesto —ese ritual moderno de correr, sudar y encestar— no es más que una teatralidad perfectamente diseñada para mantenernos entretenidos?
Una pelota. Un aro colgado a 3,05 metros. Diez tipos corriendo detrás. Reglas que cambian según qué tan rentable sea el espectáculo. Y millones de personas mirando fijamente como si de eso dependiera su existencia. Spoiler: no depende.
El baloncesto ha pasado de ser un deporte a ser una plataforma de marketing con música de fondo, donde los chavales ya no aprenden a pasar ni a defender, sino a tirar de 4 puntos “para hacerse virales”.
Y si no defiendes, mejor. El algoritmo no premia los robos de balón, solo los bombazos desde el logo.
¿El resultado? Un circo perfecto. Un reality show con zapatillas de diseño, influencers en la grada y comentaristas hablando de "grandeza histórica" cada cinco minutos.
Sí, meter una pelota en un aro es una tontería. Pero es una tontería de oro, que distrae masas, vende zapatillas y da sentido a tardes vacías.
¿Quién necesita filosofía, política o cultura si puedes ver a un tío lanzando desde media cancha con cara de concentración profunda?
Y así seguimos: todos mirando el aro, mientras la vida nos dribla por detrás.