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*** F4 - El Real Madrid sufrió un poco, pero terminó venciendo a Olympiacos ***


Si el primer partido semifinal fue un poco aburrido para los que esperaban ver muchos puntos, el segundo fue lo contrario, por lo menos por el lado de uno de los protagonistas.  

Y es que el Madrid arrancó clavando 7 de 10 triples, defendiendo bien, corriendo, moviendo el balón, jugando de memoria, y todo con bajo desgaste físico a partir de la ya reconocida y excelente rotación que hace Chus Mateo (parecida a la que hacía Pablo Laso), con 10 u 11 jugadores protagonistas. De hecho, Mateo salió con el chico Ndiaye (19 años) de inicial, ante la ausencia de Deck, y para no poner en apuros de entrada a Yabusele defendiendo a Alex Peters.

El recorrido fue claro: 8-6, 19-8, 23-10 y 28-10 para cerrar el primer cuarto con baile. Y baile de los buenos. Con escopeteros varios (Hezonja clavó 3 de entrada, Musa otros 2), Campazzo regalando juego (6 asistencias, 4 rebotes) y todos en alto nivel (Chus recién mandó a la cancha a Llull en el minuto 17), el Madrid solo tuvo bajoncitos de relajación lógica, que le permitieron al Olympiacos bajar como mucho a 15 la diferencia, que luego llegó a ser de 25 (54-29) y que terminó con precio de amigo la mitad inicial (56-37). 

Igual, no había que confiarse, porque el Olympiacos, se sabe, es el gran verdugo histórico del Madrid, aunque en las últimas oportunidades el vencedor haya sido el equipo blanco en cruces de Finales a 4.

Y si el Madrid hizo todo bien en los primeros 19 minutos, cayó en uno de sus clásicos pozos de excesiva confianza, se secó durante varios minutos, le dio vida a un equipo muy peligroso, que quizá no sea tan virtuoso en ataque, pero que sí tiene otro mérito como pocos: nunca se da por vencido. En este caso, ante cada oportunidad que le daba el Madrid, la aprovechaba. Y además se puso duro atrás, recuperó varios balones de los que RM no había perdido en la primera parte, y se fue acercando, hasta ponerse a 10. El responsable mayor: Alec Peters, autor de 14 puntos en ese parcial, con varios triples.

Olympiacos, hay que decirlo, tuvo muchas chances de ponerse a dos posesiones, y no las supo aprovechar. Y el reloj fue amigo del Madrid.

Terminó siendo victoria sin tanto sufrimiento en los dos minutos finales, pero una alerta para Mateo y los suyos: en una final de Europa no puede haber semejantes lagunas. Fue 87-76 para el Madrid, que irá por su segunda corona en fila ante Panathinaikos este domingo. No hubo una figura clave: Musa sumó 20 como anotador, pero por momentos varios tuvieron protagonismo. Campazzo terminó con solo 3 puntos, pero 9 asistencias, 5 rebotes y 2 robos.