*** LOS "DERECHOS DE FORMACIÓN" UN ALICIENTE PARA CLUBES NO PROFESIONALES, FUERON ELIMINADOS EN BENEFICIO DE LA ACB ***
Los derechos de formación eran una compensación económica que recibían los clubes no profesionales (como los clubes de base y los de ligas menores) cuando uno de sus jugadores jóvenes firmaba su primer contrato profesional o se transfería a otro club, incluso en las categorías superiores. Este sistema tenía como objetivo recompensar a los clubes que invierten tiempo y recursos en la formación de jugadores jóvenes, ayudando así a sufragar los gastos de entrenadores, instalaciones y programas de desarrollo.
Compensación Económica: Cuando un jugador que había sido formado por un club no profesional fichaba por un club profesional o se transfería a otro club, el club formador recibía una compensación económica. Esta cantidad variaba según la edad del jugador, los años de formación y el nivel del club al que se transfería.
Registro de Formación: Los clubes mantenían un registro de los años de formación de cada jugador, que se utilizaba para calcular la compensación correspondiente.
Promoción y Desarrollo: El sistema incentivaba a los clubes a seguir invirtiendo en sus programas de formación y desarrollo juvenil, asegurando un flujo continuo de talento para el deporte a nivel nacional.
La decisión de eliminar los derechos de formación por parte de la FEB en 2018 se tomó con la intención de facilitar la movilidad de los jugadores y reducir las barreras económicas para los clubes profesionales a la hora de fichar a jóvenes talentos. Se argumentó que este cambio podría mejorar la competitividad y el desarrollo del baloncesto español en su conjunto, permitiendo una mayor circulación de jugadores y oportunidades de crecimiento.
En resumen, los derechos de formación eran una compensación económica para los clubes no profesionales por su labor en la formación de jugadores jóvenes. Su eliminación en 2018 buscaba simplificar el sistema y fomentar una mayor movilidad de los jugadores, contribuyendo a un entorno más dinámico y competitivo en el baloncesto español.
Actualmente, resulta dificil sacar talentos locales, ya que no juegan los que deben, sino los que pueden pagar una cuota mensual, precisamente los que no valen para este deporte, donde se precisa tener altura, físico, agresividad, buenos técnicos y una dedicación especial al mismo, y esto solo lo pueden hacer los clubes profesionales de la ACB.
Si buen, la solución de importar más jugadores jóvenes de otros continentes, sobre todo africanos, no solo perjudica al jugador nacional, sino que igualmente perjudica a la Selección Española, tan solo queda un jugador español en la NBA (Aldama) formado en la universidades USA y otro escogido en el puesto 36 en este último Draft (Juan Nuñez).
Los demás talentos huídos juegan poco en la NCAA o en otras ligas de segundo nivel, por lo que servirán de bien poco en el futuro a la hora de mejorar el nivel competitivo.
El baloncesto al servicio del capital.