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*** Opinión: Esta España es una mentira ***


No tenemos defensa. Sólo está Usman Garuba (porque Willy Hernangómez no defiende) y con decisiones a veces más que cuestionables. No cazamos ni un rebote. No tenemos a nadie que tire de tres y, para colmo, se lesiona Álex Abrines. Y de remate también cae Juancho. Ganar el Preolímpico es prácticamente imposible. Y a Finlandia en semis ni te cuento... ¡Y en la final está Bahamas que tiene un chorro de jugadores NBA! Con lo que hemos sido y para lo que hemos quedado... En definitiva, no hay nivel en esta Selección.

¿Cuántas veces hemos leído, dicho, escuchado, escrito o pensado alguna de las cosas anteriores en los últimos meses, semanas y días? 

No me podréis negar que, desde el batacazo del Mundial, se ha repetido hasta la saciedad que España estaba sentenciada. Tan sentenciada como está ahora de cara a los Juegos Olímpicos de París (los decimocuartos que jugará España, por cierto). ¿O a caso 'esta' Selección va a ser capaz ni siquiera de ser tercera en un grupo en el que están Canadá y Australia (con sus NBA) y la Grecia de Antetokounmpo?

Lo de que España haya ganado el Preolímpico es un milagro. Una mentira, vaya. Una casualidad que se da una vez y no más. Porque con todo lo que se dice que es esta Selección es que era imposible pensar en que la fiesta en Valencia iba a ser española. Bueno, como el Eurobasket de 2022.

Al final son cosas que pasan sólo una vez en la vida porque se alinean los planetas y no ocurren más veces... salvo si eres la España de Sergio Scariolo. Esa que es capaz de hacer posible lo imposible y no por culpa de un milagro o de los astros. Sino porque a la hora de la verdad es capaz de convencer a los suyos de que, parafraseando -y modificando un poco ese dicho mítico de mi tierra (spoiler: para quien no lo sepa es el de Todo es posible en Granada), 'Todo es posible con España'. Y eso es lo más importante.

La Selección es capaz de reinventarse, de rehacerse y resurgir. De erradicar los problemas que pueda tener y de remar todos a una a la hora de la verdad. 

Como han hecho este domingo ante Bahamas, donde Santi Aldama y Willy Hernangómez (el que en teoría nunca defendía) han dado un paso al frente -o atrás, porque ha sido bajo su aro- para aportar en defensa, junto a Usman Garuba (los tres mejores en el rebote junto a Lorenzo Brown, que es caso aparte y viene después) y un Alberto Díaz que ha sido capaz de minimizar a Eric Gordon (sí, un NBA frenado por un chaval pelirrojo de Málaga que juega la BCL).

Y luego el de Albacete. El que también tuvo su polémica cuando lo nacionalizamos, porque así somos los españoles. Lo primero es el 'pero' y luego ya si eso luego nos alegramos... Como ahora, que gracias a él tenemos al líder que se necesita en la dirección de juego, el que es capaz de sumar de cara a aro cuando más se le necesita y el que ha desatascado los triples (aunque aquí, reconozcámoslo, sí que echamos de menos a Abrines).

En definitiva, y a donde quiero ir, es que se puede dudar, por su puesto. Y se perderá, como en el Mundial, porque eso también es parte del deporte (y del proceso). Pero el teñir de negro el devenir de la Selección cuando en el baloncesto lo que España ha demostrado es ser capaz de hacer posible lo imposible (o impensable)... tampoco sería justo. Algo más de prudencia nos vendría bien a todos. Y a quienes ya auguran que el batacazo llegará en la fase de grupos de los Juegos... pues nada, que lo dicho: esta España es una mentira.


Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira