LOCAL

GIF LOCALES

*** Sudán del Sur, el país más pobre y joven del mundo, buscará hacer historia en el olímpico de París ***

 

Su selección masculina participará por primera vez en el megaevento.

Una selección plagada de refugiados e hijos de exiliados, de un país en guerra civil, competirá en el baloncesto masculino de París 2024. Se trata de Sudán del Sur, el estado soberano más joven del mundo, que consiguió su independencia tras más de medio siglo de lucha luego de un referéndum en 2011.

Luego de obtener su autonomía, la paz no llegó al incipiente estado ubicado en el corazón de África. Por el contrario, vive en constante conflicto. Además, es la nación con más bajo índice de desarrollo humano del planeta, que mide la esperanza de vida, educación e indicadores de ingreso per cápita, según datos de Naciones Unidas. 

En este escenario, lo de las "Estrellas Brillantes", como se apoda a la selección de básquet, se puede definir como un milagro. La explicación radica en parte por el biotipo de los sudaneses, de gran porte por naturaleza. Pero también se debe a un personaje llamado Luol Deng, ex jugador de Chicago Bulls que jugó por 15 años en la NBA, y fue elegido dos veces All-Star. Deng, como la mayoría de los miembros de la actual selección, dejó Sudán junto a su familia cuando tenía cinco años. 

Emigraron a Inglaterra, país al que representó durante toda su carrera. Tras su retiro en 2019, atendió el llamado de su tierra natal y asumió el cargo de presidente de la Federación de Básquetbol de Sudán del Sur. En ella ha cumplido el rol de reclutador para la selección nacional, incorporando jugadores con raíces sudanesas que habían emigrado.

Uno de los jugadores de mayor renombre es el de Wenyen Gabriel, ex Los Angeles Lakers, que acaba de firmar en el Maccabi Tel Aviv de Israel. Gabriel nació en Sudán, pero con dos años se exilió con su familia a Egipto. Luego emigró a Estados Unidos y comenzó a jugar baloncesto en una senda que lo llevaría a la liga más importante del mundo. 

También está el emblemático caso de Nuni Omot, nacido en un campo de refugiados sudaneses en Kenia. Con ayuda de organizaciones humanitarias, junto a su familia se radicó en Minnesota y llegó a jugar en la G-League, la liga de desarrollo que da el salto a la NBA.

 

Su estrella principal es BOL BOL (2,18) hijo del mítico NBA, Manuto Bol, lleva 5 años jugando en la NBA y estaba en la lista para la olimpiada, pero que hace días antes de jugar el amistoso contra EE.UU. decidió marcharse del equipo por "asuntos personales" sin dar más explicaciones.

El espigado jugador de 24 años, hijo del mítico Manute Bol, lleva 5 temporadas en la NBA y la pasada campaña promedió con los Suns 5,2 puntos y 3,2 rebotes en 10,9 minutos tras jugar 43 partidos en los que anotó el 42,3% de sus intentos triples.



Ahora para sustituirlo, está a la espera de la FIBA el gigante, Thon Maker (2,13).

Maker jugó cinco temporadas en la NBA entre Milwaukee, Detroit y Cleveland, antes de pasar por la G-League, China, por Kuwait y en Líbano. Pero la limitación y por lo que FIBA está tomando una decisión es porque jugó con Australia algún amistoso, país que lo acogió como refugiado de joven.

"Estoy esperando la decisión final de la FIBA ​​el lunes, y estoy cruzando los dedos para que me autoricen a apelar y poder jugar con Sudán del Sur. Sería un sueño hecho realidad", escribió Maker en las redes sociales después de que Sudán del Sur perdiera por un estrecho margen ante el equipo de Estados Unidos en Londres por un punto ( 100-101 ). 

La falta de oportunidades en Sudán del Sur para jugar al baloncesto



El pívot del Maccabi Tel Aviv también habló de la gran cantidad de talento que podría salir de Sudán del Sur si contaran con las mismas oportunidades que ha tenido él para desarrollar su carrera:

«Hay algunos chicos muy altos. Recuerdo que volví a Sudán del Sur a visitarlos y no tenían ninguna oportunidad. Miden 2,15 y son pastores de vacas. Algunas personas alrededor del mundo no tienen la oportunidad de ganarse la vida jugando al baloncesto, de ir a tirar a canasta, de ir a pescar para comer, de hacer cosas diferentes para sobrevivir. 

Hoy ha sido un ejemplo y algo que nos ha unido. Hemos sido un país devastado por la guerra, hemos pasado por muchas cosas, todos los años se derrama mucha sangre. Es un país pequeño, 11 millones de personas, pero hoy hemos sido capaces de estar unidos como uno solo. Esperamos poder seguir haciendo cosas diferentes en el futuro, estar unidos, seguir construyendo nuestro país, para que todos podamos estar orgullosos de decir que somos de Sudán del Sur«, finalizó Wenyen Gabriel.