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*** Los juegos olímpicos son una ruina económica para el país organizador, siendo los de París los primeros "low cost" ***

 
¿Cómo es posible esto?  

Si se nos lleva diciendo años que los juegos olímpicos son una ruina y que las ciudades no quieren celebrarlos porque acaban arruinadas. 

Ese es el motivo por el que Madrid dejó de intentarlo. Puede ser, pero el COI se ha dado cuenta de que los juegos olímpicos no han de ser solo espectaculares, sino que es bueno que sean también baratos. Porque si no es un buen negocio organizarlos, nadie querrá hacerlos.

Los juegos olímpicos del siglo XXI han sido una ruina.

Desde 1960 todas las ciudades que han celebrado los juegos olímpicos se han pasado de la cantidad presupuestada según un estudio de la Universidad de Oxford. Los juegos olímpicos de Río 2016 se pasaron de presupuesto en un 350% y los de Tokio 2020 (celebrados en 2021) lo superaron un 280%.

Pero es más, los juegos de Río arruinaron a la ciudad, y los de Atenas 2004 es bastante probable que acabaran llevando a Grecia al borde del Default, así que poco podemos decir del resto de juegos celebrados en este siglo. Todos una ruina. Incluso Pekín 2008 se pasó de presupuesto. París en cambio gasta menos que Londres, Tokio o incluso Atenas.

Eso ha hecho que las ciudades hayan dejado de querer ser sede de los juegos olímpicos. Es cierto que pueden ser muy útiles para ponerte en el mapa, pero hay otros muchos modos de atraer la atención sobre ti mismo. Probablemente a una ciudad como París no le haga falta alguna esa promoción. Recibe 100 millones de visitantes anuales y el turismo supone el 7-8% de su PIB ya, pero gracias a eso estaba bastante preparada para recibir a los espectadores de los juegos.



Los juegos olímpicos de París son los primeros juegos Low Cost, pero no serán los últimos.

París ha tenido los juegos olímpicos más baratos del siglo XXI. Además muchos de los lugares en los que se están celebrando los juegos son instalaciones temporales. 

El principal secreto de París es que tenía construida el 95% de la infraestructura. Sólo han construido la Villa Olímpica (con un gasto de 1.600 millones), el centro acuático (con un coste de 190 millones) y el de gimnasia y bádminton (con un coste de 150 millones). Otra infraestructura ha sido para limpiar el Sena, que al estar menos contaminado permite nadar en el mismo.

La villa Olímpica además se pretende que se convierta en vivienda social y residencias de estudiantes tras los juegos. Esto supondrá que sólo gastarán el 0,3% de su PIB en los juegos, lo que es una cantidad razonable si comparamos con otros ejemplos del siglo XXI. Eso sí, París ha superado el presupuesto a pesar de los esfuerzos.



Críticas a la Villa Olímpica. 

La Villa Olímpica de París ha sido objeto de críticas debido a preocupaciones sobre su planificación y construcción. Aunque la Villa fue diseñada para ser reutilizada como vivienda después de los Juegos, ha habido problemas con los retrasos en la construcción y preocupaciones sobre el confort y la funcionalidad de las instalaciones para los atletas. Además, algunos han criticado el impacto en las comunidades locales y la gentrificación potencial que podría seguir a la transformación de la Villa Olímpica en viviendas.

Aunque París 2024 ha tratado de romper con la tendencia de los Juegos Olímpicos costosos y ambientalmente insostenibles, todavía enfrenta desafíos que han llevado a sobrecostos y críticas. 

Sin embargo, el enfoque en utilizar infraestructuras existentes y minimizar el impacto ambiental marca un paso en la dirección correcta para futuros Juegos Olímpicos.

IV Juegos Ecuestres Mundiales
  

Los IV Juegos Ecuestres Mundiales, celebrados en Jerez de la Frontera entre el 10 y el 22 de septiembre de 2002, fueron un evento de gran relevancia internacional para la ciudad. Sin embargo, su organización y desarrollo tuvieron un impacto económico negativo significativo para Jerez, lo que llevó a que se considerara una "ruina" para la ciudad.



A pesar de la expectativa de que el evento traería beneficios económicos a través del turismo, la proyección internacional y el desarrollo de infraestructuras, los costos asociados al evento superaron con creces las previsiones iniciales. La inversión en infraestructuras y los costos operativos resultaron ser mucho mayores de lo esperado. Se estima que el costo total del evento fue de alrededor de 130 millones de euros, una cifra muy superior a lo inicialmente presupuestado.

Además, la afluencia de público y los ingresos generados por el evento no lograron compensar los gastos. La sobreestimación de los beneficios económicos y la infrautilización de las infraestructuras construidas para los Juegos, como el Estadio Chapín y otras instalaciones ecuestres, agravaron la situación financiera de la ciudad.

El endeudamiento que la ciudad asumió para financiar los Juegos Ecuestres tuvo un impacto duradero en las finanzas municipales, afectando la capacidad del gobierno local para invertir en otros proyectos y servicios públicos. La situación se vio agravada por la falta de planificación a largo plazo y la dificultad de mantener las instalaciones construidas después del evento.

En resumen, aunque los Juegos Ecuestres Mundiales de 2002 fueron un evento deportivo destacado, su legado económico fue negativo para Jerez de la Frontera, dejándola con una carga financiera significativa que afecta a la ciudad durante años.