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*** Los fantasmones del baloncesto incendia las gradas ***

Recuerdo cuando asistía a los clinics de la escuela de entrenadores ANPE, como un colega entrenador a nivel nacional me preguntaba a gritos desde lejos en la grada: "Miguel, que te ha parecido la clase de este entrenador", yo le contestaba "bien no está mal" y me respondía "un fantasmón", y es que hay muchos fantasmones en esto del baloncesto.

Yo pienso que lo decía más bien por la vestimenta que llevaba (pantalón blanco, reloj con la correa roja, marcas comerciales por todos lados: un hombre de la moda) el seleccionador nacional, solo teníamos que ver en aquellos tiempos a otros ilustres entrenadores famosos como por ejemplo, Pedro Ferrandiz de Real Madrid (pantalón rojo, camisa hawaiana, pulseras, en fin otro de la moda).

Lo que a veces pasa, es que cuando estás a un nivel muy alto socialmente hablando y eres la admiración de muchos aficionados, sales continuamente en los periódicos, tv y demás, sin darse cuenta se convierte en un fantasmón (persona envanecida y presuntuosa) que llama la atención con su vestimenta, pues ambos entrenadores famosos sabían lo suficiente de baloncesto, como para enseñarnos a todos los demás presente, sin tener que llamar mucho la atención.

Personalmente, más tarde, tuve la suerte de compartir unos días en Jerez con el seleccionador Nacional, Antonio Díaz Miguel (vino con su equipo de periodistas "Los Plumillas" y otros jugadores a jugar en Jerez un partido amistoso contra mi equipo de 2ª Nacional en el Pabellón Ruiz Mateos y al día siguiente daba una conferencia en las instalaciones de Chapín) y os puedo decir que, no solo era una persona culta, enamorada del baloncesto, sino muy inteligente y amigable, nada de fantasmón, lo que pasaba es que llevaba una empresa de moda masculina en aquellos tiempos que alternaba con el baloncesto como primer entrenador de la Selección Española, subcampeona en las olimpiadas de Los Angeles.


En la euroliga al parecer tenemos a un fantasmón (el seleccionador turco y de Panathinaikos), que se pasaba en el amistoso de su equipo contra el Fenerbahce y se dirigía al público señalizando la derrota de su equipo en fútbol, cuando no era necesario y resultaba provocativo hacia la hinchada turca, cosa que ésta no le perdona, aunque haya pedido disculpa a posteriori, ya que no es la primera vez que el mismo incendia las gradas.


Cuando los emperadores y generales romanos aparecían ante su pueblo enfebrecido y eran aclamados triunfalmente, un esclavo que sostenía sobre sus cabezas una corona de laurel les susurraba al oído «recuerda que eres mortal»: «memento mori». La costumbre servía para que los líderes no se creyeran dioses.

En demasiadas ocasiones nos olvidamos de ese recordatorio: somos mortales.