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*** En la NBA se construyen equipos : En la Euroliga se destruyen entrenadores ***

  
Europa no entrena, no planifica, no espera: solo culpa al entrenador. 

Por eso la Euroliga es un matadero y la NBA no.

La Euroliga vive en una histeria constante: tres derrotas seguidas y ya se exige una cabeza. Y no cualquier cabeza: la del entrenador.

Da igual la plantilla, las lesiones, el presupuesto, los viajes, el arbitraje o la lógica: el sacrificio debe ejecutarse para calmar la ansiedad del presidente y la ira de la grada.

En Europa, el entrenador no dirige un proyecto: sobrevive en una trituradora.

Mientras tanto, en la NBA puedes encadenar dos temporadas perdedoras y seguir en el cargo sin despeinarte. ¿Por qué? Porque allí entienden algo que en Europa se ignora sistemáticamente:

👉 Un proyecto deportivo no nace de la desesperación.
👉 Los resultados no aparecen por arte de magia.

El presidente europeo vive en un delirio de grandeza

Muchos clubes de Euroliga están dirigidos por presidentes que creen que:

  • cada año deben competir por el título,

  • cada derrota es un drama nacional,

  • cada mal mes es motivo para romper un proyecto,

  • cada entrenador es reemplazable por otro que “sí sabrá ganar”.

Es una forma de gestión basada en el pánico, no en la estrategia.

En la NBA nadie con poder es tan impulsivo.

Porque en la NBA hay algo que en Europa faltaprofesionalismo estructural.

 

Los arbitrajes: otro desastre que paga el entrenador

La Euroliga tiene un arbitraje incoherente, imprevisible, caprichoso.

Lo que es falta en Belgrado no lo es en Atenas; lo que ayer era contacto permitido hoy es antideportiva.

¿Quién paga ese caos?

El entrenador.

¿Quién es señalado por no adaptarse a algo imposible de predecir?

El entrenador.

Si en la NBA hubiera este nivel de inconsistencia arbitral, habría una revolución.

Pero aquí… se despide al coach y todos tan tranquilos.

Lesiones: Europa quiere competir como la NBA sin el físico de la NBA

Europa juega dos partidos por semana, viaja casi igual de duro, compite con la misma exigencia… pero con plantillas más cortas, jugadores menos recuperados y cuerpos más frágiles.

Es una receta perfecta para el desastre.

Pero otra vez, la culpa recae sobre el entrenador.

En la NBA, perder jugadores por lesión se entiende.

En Europa, se convierte en excusa para echar al técnico.

Estructura deportiva europea: improvisación profesionalizada

En muchos clubes:

  • el director deportivo ficha lo que puede, no lo que se necesita,

  • el presidente exige sin conocer el deporte,

  • el entrenador no tiene poder real,

  • la plantilla cambia cada verano,

  • el proyecto nunca es proyecto: es parche sobre parche.

¿Y quién carga con toda la responsabilidad?

El de siempre: el entrenador.

En la NBA esto sería impensable.

Allí la cadena de mando es clara y el tiempo es parte del proceso.

CONCLUSIÓN  

La Euroliga no tiene un problema de entrenadores. Tiene un problema de estructura, de paciencia y de ego.

Mientras Europa siga pidiendo milagros sin proyecto, los entrenadores seguirán cayendo como fichas de dominó.

La NBA crea estabilidad.

La Euroliga crea culpables.