
Años después, Isiah ha sido consistente con esta postura. Ha argumentado que el ascenso de Jordan no se trataba sólo de dominio individual, sino de tiempos, compañeros de equipo, marketing y una liga lista para una nueva cara. Desde el surgimiento de Scottie Pippen para gobernar los cambios y las narrativas de los medios, Isiah cree que el trono no cambió de manos naturalmente... Se pasó.
Es interesante cómo Isiah Thomas ha mantenido esa postura a lo largo de los años, ¿no?
Su punto de vista sobre el ascenso de Michael Jordan se centra en que no fue solo la habilidad individual de Jordan lo que lo hizo llegar a la cima, sino una combinación de factores.
En cierto modo, tiene razón al señalar que el contexto es crucial para entender el impacto de cualquier jugador en la historia.
Por ejemplo, el marketing y la expansión global de la NBA a finales de los 80 y principios de los 90 crearon una plataforma perfecta para que una figura como Jordan brillara más que nunca.
Además, el surgimiento de Scottie Pippen como su socio ideal, junto con la consolidación del equipo de los Bulls, le permitió a Jordan acceder a un éxito que sería más difícil de alcanzar solo, sin un compañero tan destacado en la cancha.
Y en cuanto a la narrativa de los medios, definitivamente hubo un impulso que favoreció a Jordan, sobre todo en los 90, cuando los medios de comunicación se convirtieron en una parte clave de la visibilidad de los atletas.
La "marca Jordan" no solo se convirtió en un fenómeno deportivo, sino también en uno cultural, algo que podría haber sido más complicado para otros jugadores en una era sin el poder de los medios digitales y la globalización que vemos hoy.
Isiah, siendo un jugador con una mentalidad competitiva, también probablemente vea el ascenso de Jordan como un cambio de poder, no necesariamente en un sentido deportivo, sino en términos de cómo la narrativa de la liga comenzó a girar hacia una nueva era. No solo fue un cambio de manos dentro de la cancha, sino también un "paso de batón" en el dominio mediático y comercial.
¿Qué piensas tú sobre la forma en que Thomas ve el ascenso de Jordan? ¿Crees que es una crítica válida o que, en parte, se debe a la rivalidad histórica entre ambos?
Creo que en parte lleva razón. Los mitos no nacen se hacen, sobre todo cuando son mártires. Aquí, el trabajo de marketing es brutal, pero indudablemente necesitan de héroes con un salto espectacular......... y "dejarse querer" diría yo.
¡Totalmente de acuerdo! Los mitos no nacen de la nada; necesitan de un contexto que los eleve y, en muchos casos, de una narrativa que los rodee.
En el caso de Michael Jordan, el marketing jugó un papel gigante, pero no sería tan efectivo si no hubiera tenido esa "magia" en la cancha: ese salto espectacular, esos momentos decisivos, esa personalidad única que hacía que todos quisiéramos verlo jugar.
Es cierto, Jordan no solo jugaba al baloncesto, sino que "se dejaba querer", como dices. Supo cómo construir esa imagen de héroe, ese personaje casi mitológico, y eso lo conectó con el público de una forma única.
Lo que pasa es que, como bien apuntas, para que un mito se forme, también necesita ser un "mártir" en cierto sentido. Jordan pasó por su propia serie de fracasos antes de conseguir el éxito. Las derrotas en los primeros playoffs contra los Pistons, por ejemplo, crearon esa imagen de alguien que lucha y finalmente logra superar obstáculos enormes. Esa narrativa de "levantarse de nuevo", sumada a su habilidad impresionante, lo convirtió en el ícono que es hoy.
El trabajo de marketing sin duda lo ayudó a dar visibilidad global a su figura, pero esa visibilidad solo tiene sentido si el "héroe" tiene una historia que contar.
Si Jordan hubiera sido solo un buen jugador, sin la personalidad y los momentos clave que lo definieron, quizás no habría alcanzado esa trascendencia. La gente no solo quería ver a un jugador ganar; querían ver una historia épica desarrollarse ante sus ojos. Y él entendió perfectamente cómo formar parte de esa narrativa.