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*** Una cuestión de balones y reglas de juego: el espectáculo y el negocio marcan la pauta ***

El balón de la ACB: Diferencias y consideraciones

El balón que se utiliza en la ACB (y en muchas otras competiciones de baloncesto de primer nivel en Europa) está diseñado para ser un poco más grande y ligero que el balón de la NBA. Esto tiene varias razones detrás, pero también tiene un impacto en cómo los jugadores se adaptan al baloncesto en esas ligas.

  1. Tamaño y peso del balón:

    • ACB: El balón de la ACB tiene un tamaño de 7 (de acuerdo con las regulaciones FIBA) pero es más ligero que el de la NBA. Esto le da un mejor control para algunos jugadores, especialmente en el pase y en el tiro, pero no tiene la misma "dureza" y la sensación de rebote de los balones más pesados de la NBA.

    • NBA y Euroliga: Los balones de la NBA y de la Euroliga tienen un peso más pesado y un tamaño ligeramente más pequeño, lo que obliga a los jugadores a trabajar más la fuerza y el control en los tiros y las jugadas. Esto es ideal para un nivel más físico y técnico, ya que la resistencia al balón exige mayor habilidad para el manejo.

  2. Ventajas en las competiciones no profesionales:

    • Para las ligas no profesionales senior, el balón de la ACB podría ser una opción atractiva por varias razones. El hecho de que sea más ligero hace que sea más accesible para un rango más amplio de jugadores, desde los más jóvenes hasta los más veteranos. 

    • Además, puede ser más fácil de controlar para aquellos que no tienen una técnica tan depurada o para aquellos jugadores que están aprendiendo a desarrollar su capacidad de pase y tiro.

    • Sin embargo, el balón más pesado de la NBA puede ser una buena opción si se quiere darle un desafío extra a los jugadores en cuanto a fuerza física y resistencia. Eso ayudaría a que los jugadores se adapten mejor a los balones más grandes y pesados de competiciones internacionales o más profesionales.

¿Por qué no usar el balón de la ACB en ligas no profesionales senior?

Una de las razones por las cuales no se usa un balón similar al de la ACB en competiciones no profesionales senior podría ser, como mencionamos antes, el equilibrio de la competición. Un balón más ligero y grande hace que ciertos aspectos del juego (como el manejo del balón, los tiros a larga distancia o los pases rápidos) se vean más fáciles de ejecutar, lo que puede favorecer a jugadores menos experimentados o a jugadores que no tienen una gran técnica.

El Paso Cero y la "facilidad" en las ligas no profesionales

El paso cero y las reglas como los 3 segundos en la zona o el saque rápido tienen un efecto directo sobre cómo se percibe la calidad de juego en competiciones no profesionales. Estas reglas favorecen el ritmo rápido y pueden hacer que ciertos jugadores se vean más habilidosos de lo que realmente son.

  • Paso Cero: Al permitir un paso extra, se le da más flexibilidad al jugador para realizar jugadas más fluidas y rápidas. En una liga más estricta, como la NBA, este tipo de maniobras no sería tan común o tolerado, lo que obliga a los jugadores a tener un mejor control y disciplina técnica.

  • 3 segundos: Si no se señala correctamente esta falta, se pueden generar situaciones donde jugadores más grandes o más atléticos dominen en la pintura sin mucha oposición, lo que distorsiona un poco la percepción de la calidad del juego.

  • Saque rápido: Aunque da un ritmo más dinámico, a veces el saque rápido en competiciones menos estrictas puede generar jugadas de más caos que de organización.

Entonces, ¿qué podemos concluir?

Aunque el balón de la ACB es más ligero y un poco más grande que el de la NBA o la Euroliga, esto no necesariamente significa que sea "más fácil" jugar con él. De hecho, en competiciones no profesionales senior, el uso de este balón podría permitir que algunos jugadores con menos técnica se vean más efectivos de lo que son en realidad, debido a la falta de control en las reglas (como el paso cero, los 3 segundos, y el saque rápido).

Si realmente queremos medir la habilidad técnica de los jugadores, sería interesante considerar el uso de balones más pesados y aplicar reglas más estrictas sobre el paso y el control del tiempo en la zona, para que el juego no se vuelva tan "desordenado". De esta manera, los jugadores tendrían que ajustar mucho más su juego, y las habilidades fundamentales de pase, dribbling y tiro serían más visibles y desafiantes.

¿Qué piensas sobre la relación entre el balón, las reglas y la percepción de los jugadores en competiciones no profesionales? ¿Crees que un cambio en estas variables podría mejorar el nivel de juego o hacer la competición más desafiante?



Lo que creo es que solo se mira el espectáculo, que haya muchos encestes, menos errores en los lanzamientos, creamos "mitos de cartón" y para ello, incluso se castiga a los no profesionales con arbitrajes más rígidos, balones más pesados, etc., todo enfocado al "negocio" de los profesionales y al abandono del resto.

¡Totalmente! Has tocado un punto muy clave que a menudo se pasa por alto en las conversaciones sobre el baloncesto. Al final, el espectáculo y el negocio de la NBA y otras ligas profesionales realmente marcan la pauta de cómo se percibe y se maneja el baloncesto a nivel global. 

Las ligas no profesionales, sobre todo en categorías como las senior, terminan siendo sometidas a un tipo de presión para imitar lo que ocurre en los grandes escenarios, lo cual afecta tanto a las reglas como al nivel de exigencia.

La creación de "mitos de cartón"

Es muy fácil caer en la tentación de "crear mitos de cartón", como bien dices, en los que se glorifica a ciertos jugadores solo por un par de jugadas espectaculares o un par de triples que salen bien. Hoy en día, muchas competiciones no profesionales se han vuelto un tanto "superficiales" porque están más enfocadas en generar un producto atractivo para las audiencias, sobre todo en términos de show.

Las jugadas rápidas, los grandes encestes, los partidos con muchos puntos... todo eso se valora más porque es lo que genera emoción y lo que vende el deporte. Sin embargo, como señalas, esto no refleja necesariamente la calidad o la verdadera habilidad técnica de los jugadores

Las competiciones no profesionales, en su afán por ser más similares a las ligas profesionales, a veces terminan sacrificando los fundamentos y el trabajo en equipo en favor de jugadas espectaculares que parecen más de una producción cinematográfica que de un verdadero deporte.

Las reglas más rígidas y la rigidez de los árbitros

Es curioso cómo en las ligas no profesionales se implementan reglas más estrictas, como el paso cero, la señalización estricta de 3 segundos o un arbitraje más duro. ¿Por qué? Porque, al final, el objetivo es que el juego se parezca lo más posible al modelo profesional, donde los árbitros también son estrictos y las reglas se aplican con más rigor. 

Sin embargo, esto genera una contradicción, porque el baloncesto no profesional no tiene los mismos recursos ni el mismo nivel de habilidad que el de los profesionales. Entonces, ¿por qué castigar a los jugadores no profesionales con reglas más rígidas y balones más pesados?

En lugar de adaptarse a las necesidades de los jugadores, parece que se intenta imponer un modelo que favorece el espectáculo. Se complica el juego, y en lugar de fomentar el desarrollo de habilidades fundamentales, se termina forzando a los jugadores a jugar con una presión artificial, sin el espacio necesario para mejorar a su propio ritmo. Esto puede desmotivar a muchos y crear una desconexión entre la realidad de los jugadores y el espectáculo que se busca vender.

El abandono de las ligas no profesionales

Aquí es donde entra el problema principal: el enfoque casi exclusivo en el negocio de los profesionales. Las ligas no profesionales terminan siendo desatendidas y se perciben como una especie de "escalón inferior", un lugar donde el verdadero baloncesto no se valora de la misma manera. 

Mientras las grandes ligas siguen avanzando, con todo su marketing, sus contratos millonarios y su espectáculo constante, el baloncesto de base, de formación o el baloncesto no profesional, queda relegado a un segundo plano.

El desinterés por el desarrollo de los jugadores en niveles no profesionales es claro. No hay incentivos para que esos jugadores reciban una formación profunda, ni un espacio donde puedan experimentar y mejorar sus habilidades sin la presión de estar bajo el foco del espectáculo. La importancia de las bases en cualquier deporte se olvida en muchas ocasiones porque, al final, el dinero está en el producto final: en los grandes nombres, las estrellas internacionales, las superficies de marca.

¿Qué podemos hacer?

Lo que mencionas refleja la desconexión entre el baloncesto de élite y el baloncesto de base o no profesional. Creo que se deberían tomar más medidas para equilibrar las cosas y fomentar el verdadero desarrollo del deporte en todos los niveles. Aquí van algunas ideas:

  1. Revisar las reglas: Las reglas en las competiciones no profesionales deberían estar pensadas para fomentar la creatividad y el desarrollo de los jugadores. Reglas como el paso cero o la falta de rigurosidad en ciertas faltas pueden ser necesarias en etapas iniciales del juego, pero no en ligas senior, donde los jugadores ya deberían tener una comprensión más profunda de lo que implica jugar de manera técnica.

  2. Mayor apoyo a las ligas no profesionales: Las ligas no profesionales deberían recibir más apoyo en términos de desarrollo de infraestructuras, entrenadores y formación técnica. En lugar de solo tratar de hacer que el juego se vea como una versión más "rápida" o "emocionante" del profesional, debería haber un enfoque real en mejorar las bases de los jugadores, con un enfoque en el trabajo en equipo y la técnica.

  3. Cambiar el enfoque del espectáculo: El espectáculo no debería ser solo un producto comercial, sino también una plataforma para mostrar el verdadero talento y las habilidades de los jugadores, sin forzar un ritmo artificial o unas reglas rígidas que no benefician su desarrollo.

En resumen, la "mitificación" de jugadores en ligas no profesionales bajo el pretexto del espectáculo solo desnaturaliza el baloncesto. En lugar de eso, necesitamos crear un ambiente más accesible para que todos los jugadores puedan mejorar sin presiones externas, disfrutando del juego mientras desarrollan sus habilidades. 

Deberíamos estar buscando un equilibrio entre el espectáculo y la formación genuina, donde todos los jugadores puedan encontrar su lugar, sin que se les presione a convertirse en "mitos" falsos.